Londres.

El gigantesco incendio ocurrido la noche del martes en una torre de 120 viviendas de interés social en Londres causó al menos 12 muertos y sumaba este miércoles críticas de los residentes por el deficiente mantenimiento del inmueble.

Puedo confirmar que murieron 12 personas, pero desgraciadamente el saldo aumentará, declaró Stuart Cundy, comandante de la Policía Metropolitana, quien advirtió que muchas personas están desaparecidas.

Fueron hospitalizados 79 heridos, de los cuales 18 se enuentran en estado crítico, informaron fuentes médicas.

El fuego comenzó poco después de la medianoche y hacia la madrugada todo el edificio Grenfell de 24 plantas, de hormigón, ardió como cerillo, describió un testigo.

Escuché gritos por todos lados y vi gente en llamas saltar de las ventanas. El fuego devoraba la torre. Fue un horror, contó a la agencia Afp Khadelah Miller, quien vive en un edificio aledaño.

Muchos residentes quedaron atrapados en el inmueble, que ardió mientras dormían, y otros golpeaban las ventanas clamando por ayuda.

Testigos vieron a algunos habitantes arrojar a niños por las ventanas en un intento por salvarlos del fuego.

Una pareja lanzó a un bebé desde el piso 10 y un hombre logró atraparlo, contó otra testigo.

Tiago Etienne, de 17 años, vio cómo lanzaron a tres menores desde el piso 15. Eran pequeños, de entre cuatro y ocho años, relató el joven, quien no logró ver si la policía o los bomberos consiguieron salvarlos.

Escuchamos a muchos gritando por ayuda, pero no pudimos hacer nada. Todos gritábamos, dijo Amina Sharif a la agencia Reuters.

Más de 200 bomberos lucharon durante más de 16 horas para sofocar y buscar sobrevivientes del incendio más mortífero en décadas en esta capital.

La torre construida en 1974 quedó totalmente calcinada.

Los bomberos utilizaron drones para buscar sobrevivientes en las plantas superiores del edificio.

Aunque aún se desconocen las causas del siniestro, los residentes denunciaron la ineficiencia de la empresa responsable de la administración del inmueble y de las autoridades locales.

Solíamos decirlo, ocurrirá una tragedia antes de que los administradores del edificio rindan cuentas, declaró Damian Collins, ex presidente de la Asociación de Residentes de la torre Grenfell.

También señaló la responsabilidad de la municipalidad de Borough: contó que los habitantes de la torre estaban muy preocupados por la falta de salidas de emergencia, y que en 2015 firmaron una petición que fue ignorada. “La historia es que esta mañana al levantarme, no me sorprendí… me conmocioné, me aterrorice por toda la gente que vive ahí, pero no me sorprendí”.

Los residentes de este edificio forman una comunidad multiétnica. Denunciaron como posible causa del incendio una renovación el año pasado que costó 11 millones de dólares e incluyó revestimiento exterior, que fue el causante de que se propagara el fuego.

Virginia Sang, de 62 años, aseguró que desde esa renovación se habían dado muchos problemas con la electricidad y el gas. Además, indicó haber visto un aviso en los ascensores que pedía a los residentes que permanecieran en sus viviendas en caso de incendio.

Si las denuncias por mal mantenimiento se hubieran presentado en algún lugar cerca de Knigthsbridge (barrio de clase alta) se habrían resuelto, no hubiera sido problema, denunció Nana Akuffo, chef, de 46 años.

Nadie quiso hacer caso de todas nuestras advertencias, una catástrofe como ésta era inevitable, publicó en su blog el Grupo de Acción de Grenfell.

Sadiq Khan, alcalde de Londres, dijo que el incendio generaba interrogantes sobre la seguridad en edificios altos y prometió una amplia investigación.

Un portavoz de Downing Street declaró que la primera ministra, Theresa May, estaba profundamente triste por la pérdida trágica de vidas en la torre Grenfell.