El poeta y editor Raúl Renán (Mérida, Yucatán, 1928) falleció la madrugada de ayer en la Ciudad de México, a la edad de 89 años, a causa de una insuficiencia renal.

El sepelio del reconocido formador de poetas y autor de una poesía experimental se lleva a cabo en la agencia García López, en la colonia Juárez.

Autor de unos treinta libros, para Renán la existencia era una de las más profundas vetas en su obra: afirmaba que la vida humana es otra forma del poema, otra forma de la poesía. Es el poema dentro del poema, el ser humano dentro del ser humano. Muchas personas se ponen a buscar esas cosas fuera de sí, muy lejos. No, están dentro de nosotros mismos (La Jornada, 17/8/12).

También narrador y ensayista, señaló que su oficio no es con afán de eternidad, aunque sí consideraba necesario escribir para soltarse un poco en la vida y no estar sujeto, amarrado.

Luego de conocerse la noticia de su fallecimiento, en redes sociales escritores y lectores lo lamentaron y destacaron la valía de su aportación a la literatura, principalmente el desarrollo de talentos y su propia experimentación en la poesía.

María Cristina García Cepeda, titular de la Secretaría de Cultura federal, expresó: Riguroso de la palabra, virtuosa voz poética, maestro de varias generaciones de escritores. Lamento el deceso de Raúl Renán. En tanto, Eduardo Vázquez Martín, secretario de Cultura de Ciudad de México, escribió: Te has ido, poeta Raúl Renán. Tu Gramática fantástica y los muchos versos que escribiste, te recordarán junto a nuestro eterno cariño.

En un mensaje del escritor Mauricio Montiel Figueiras, coordinador Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, se lee: que el fallecimiento del querido maestro en el arte de la poesía y la generosidad es otra pérdida irreparable para nuestra literatura. La capacidad de renovación y experimentación que Raúl Renán muestra en su obra es esencial en el panorama mexicano.

En su creación literaria se hallan los títulos Catulinarias y sáficas, Viajero en sí mismo, De las queridas cosas, Los silencios de Homero, El cadáver exquisito de un pez y Rostros de ese reino.

Fue integrante del Sistema Nacional de Creadores desde 1989 y Creador Emérito desde 2011, además colaboró en La Jornada y El Gallo Ilustrado. Y coordinó multitud de talleres.

Raúl Renán recibió la Medalla Yucatán en 1987 y el galardón Antonio Mediz Bolio en 1992.

Y en reconocimiento a su trabajo, en 1998 se creó en Mérida el Premio Nacional de Poesía Experimental Raúl Renán.