Miércoles 14 de junio de 2017, p. 28
Guadalajara, Jal.
Cargando seis ataúdes, habitantes del municipio de Poncitlán, en la ribera suroeste del lago de Chapala, se manifestaron fuera del palacio de gobierno en esta capital para exigir una respuesta más pronta y amplia de las autoridades municipales, estatales y federales ante lo que llamaron epidemia de males renales
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El grupo, procedente de las localidades de Agua Caliente, Mezcala, San Pedro Itzicán, Chalpicote, La Zapotera y Santa María de la Joya, exhibió datos preliminares de un estudio que realiza la Universidad de Guadalajara (UdeG) que confirman que la incidencia de padecimientos renales en Poncitlán comparado con los demás municipios del estado es 10 veces mayor entre niños y cuatro veces más alta entre adultos.
El estudio reveló que en la entidad la tasa de pacientes que espera un trasplante es de unos mil 600 por millón de habitantes, pero en Poncitlán es de 2 mil 500 por millón, lo que constituye una contingencia epidemiológica
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En las muestras de 231 menores analizadas en el estudio (24 por ciento de la población de Agua Caliente sometida a análisis) se encontró molinato, glisofato, dimetoato, metoxurón y picloram.
Un grupo de manifestantes fue recibido por funcionarios del gobierno estatal y de la Comisión Nacional del Agua, además del alcalde de Poncitlán, Juan Carlos Montes y representantes de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y de la asociación Ánimo Jalisco. Se firmó una minuta en la que, entre otros puntos, las autoridades se comprometen a promover el saneamiento de la cuenca Lerma-Chapala.