Qué bonito ser tomado en cuenta, pensó el ex boxeador Marco Antonio Barrera cuando lo nominaron el año pasado para ingresar al Salón Internacional de la Fama del Boxeo en Nueva York. Pero pensó que tenía que esperar a que se hiciera realidad. A finales del año pasado fue electo como el mexicano número 14 en entrar al Olimpo de los peleadores memorables.

Yo sabía que hay boxeadores que tardaron décadas en entrar, dice Barrera; “cuando me enteré que era candidato, pues me emocioné, pero dije: ‘tengo que esperar, ser paciente’. Cuando me dieron la noticia de que formaría parte del salón no podía creerlo”.

El requisito para ser considerado candidato, además de una carrera valorada de manera unánime como inolvidable, es cumplir cinco años de retiro. Barrera recién los había cumplido. Lupe Pintor, peleador reconocido en la historia del boxeo mexicano, tardó más de 20 años en entrar a la élite de Canastota, Nueva York. “Es indescriptible la sensación de estar al lado de nombres históricos del boxeo mexicano, como Julio César Chávez, Salvador Sánchez, Ruben Púas Olivares”, a quienes mencionó en un recuento de aficionado.

Su emoción creció al verse rodeado en Nueva York de figuras admirables, fue incorporado junto al cuatro veces campeón de peso completo Evander Holyfield. Me quedé impresionado de todo lo que pasó, cómo se organiza la ceremonia, al lado de tantas figuras destacadas, mientras jóvenes estrellas me decían que algún día querían ser como yo, dice Barrera; fue como estar en Disneylandia, pero del boxeo.

Pese a que la entrada en el Salón de la Fama es el reconocimiento a una trayectoria, Barrera está convencido que lo que decidió su elección tan temprana fue la victoria inesperada por muchos sobre la estrella británica Naseem Hamed, a quien se consideraba invencible. Lo derrotó con una lección inolvidable en 2001. Por esa, sostiene, más que por la trilogía ante su compatriota Érik Terrible Morales, en una serie de combates que trascendieron el mundo deportivo y llegaron hasta las páginas del célebre James Ellroy.

“Era un peleador invicto, con decenas de defensas exitosas, que había vencido a muchos campeones de varios organismos, creo que eso me llevó de la mano al Salón de la Fama, aunque claro que la triología con Terrible fue considerada como una de las mejores peleas entre mexicanos.”

Barrera no deja de repetir que la experiencia de pertenecer a esta élite lo halaga. Por eso, cuando se le pregunta si algún otro mexicano estará pronto junto a ellos, no titubea y al primero que menciona es su némesis del pasado y hoy amigo Terrible Morales.

“No tengo duda que los próximos en entrar serán Terrible y Juan Manuel Márquez, no sé si pase lo mismo con Rafael Márquez e Israel Vázquez, porque sus mejores combates fueron entre ellos, dos mexicanos.”