Es necesario replantear políticas públicas para evitar una crisis humanitaria: Gobernación
Domingo 11 de junio de 2017, p. 11
Ante las restricciones migratorias en Estados Unidos y la flexibilidad en países de Centro y Sudamérica, México recibe el principal impacto. Ante ello, el titular de la Secretaría de Gobernación (SG) contactó a sus homólogos de Colombia, Brasil, Panamá y Ecuador, naciones en las que desde 2016 se abrió una brecha para el ingreso y paso hacia el norte de migrantes procedentes del continente, así como de Asia y África.
El objetivo es que avisen o emitan una alerta a las autoridades mexicanas cuando detecten flujos extraordinarios o atípicos.
Si bien en lo que va de 2017 el número de extranjeros en tránsito por México ha disminuido, incluso de algunas nacionalidades entre 40 y 50 por ciento, persiste la presión porque la mayoría intenta pasar hacia Estados Unidos y al no conseguir su objetivo se quedan aquí, indicaron funcionarios de la SG.
El jueves pasado trataron el tema altos funcionarios de México, Colombia, Panamá, Estados Unidos y Canadá.
El subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la SG dijo que es necesario replantear políticas públicas, especialmente para intensificar la coordinación entre las naciones y evitar que este fenómeno se convierta en crisis humanitaria
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Según fuentes consultadas, el director general de Migración de Colombia, Christian Krüger, y su homólogo panameño, Javier Carrillo Silvestri, mostraron disposición para intercambiar información ante cualquier contingencia migratoria y se comprometieron a generar propuestas de solución.
También manifestaron su preocupación Kevin McAleenan, titular de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, y el vicepresidente de la Agencia de Servicios Aduanales de Canadá, Peter Hill.
Durante el periodo enero-abril del año en curso han sido presentados 29 mil 629 extranjeros en situación irregular, de los cuales 24 mil 760 procedían de Centroamérica. Sin embargo, hay incremento de cubanos (618) y haitianos (852), precisamente dos de las nacionalidades a las que Estados Unidos les canceló beneficios para el ingreso a esa nación.