Presenta la CNDH un diagnóstico del sistema penitenciario
Viernes 9 de junio de 2017, p. 15
El respeto a los derechos humanos sigue siendo una asignatura pendiente en los centros de reclusión del país, aseguró la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Al presentar el Diagnóstico nacional de supervisión penitenciaria 2016, la tercera visitadora general del organismo, Ruth Villanueva Castilleja, advirtió que México está muy lejos
de contar con un buen sistema penitenciario, pues presenta graves deficiencias, profunda desarticulación y un notorio incumplimiento de lo que establece tanto la Constitución nacional como recomendaciones y estándares internacionales en la materia.
En el amplio documento –656 cuartillas– la CNDH señala que los centros municipales obtuvieron una calificación promedio nacional de apenas 3.9; los Centros de Readaptación Social (Ceresos), 6.27; los Centros Federales de Readaptación Social (Ceferesos), 7.21, y las prisiones militares, 7.95.
El diagnóstico se realizó sobre una muestra de 131 penitenciarias estatales, 42 cárceles municipales, 19 centros federales y tres prisiones militares, de un total de 392 centros, con lo cual se abarcó una población de 211 mil 982 internos, que conforman 87.7 por ciento de la población total recluida al inicio de 2016.
De acuerdo al documento, de los 131 penales estatales visitados, en la mitad de ellos (66) se advierten condiciones de autogobierno o cogobierno entre las autoridades e internos.
Además, enumera un total de 35 irregularidades, la mayor de estas deficiencias es la inexistencia de la separación que debe existir entre internos procesados y sentenciados en dormitorios y en áreas comunes, situación que se presenta en 102 penales.
Además, están las deficientes condiciones materiales y de higiene en las instalaciones para alojar a los internos, tal es el caso de las áreas de: dormitorios, cocina y comedor.
Respecto a los centros federales, el derecho a la protección de la salud es la mayor deficiencia por falta de personal médico, fármacis, escasa atención y cuidados a personas adultas mayores, así como carencias de programas preventivos de adicciones y desintoxicación voluntaria.
En cuanto a las prisiones militares, la situación más recurrente que se detectó es la falta de actividades laborales y de capacitación para el trabajo.
En el acto, la visitadora Ruth Villanueva reconoció que son mínimos
los avances en los centros de reclusión para la atención de los internos y el respeto de sus derechos humanos, e incluso hay retrocesos en la calificación asignada.
Así, por ejemplo, el promedio de la calificación nacional de los centros estatales, para este 2016, fue de 6.27 puntos, es decir, 14 décimas menos que la evaluación de 2011, cuando el promedio fue de 6.41.
La visitadora de la CNDH argumentó que la situación de los penales, donde el respeto de los derechos humanos sigue siendo una tarea pendiente, es multifactorial, pues va desde la falta de voluntad política, desconocimiento e indiferencia, entre otros. Hay una desarticulación de todo el sistema, el cual no cumple con el principio constitucional de buscar la reinserción social del interno, dijo.
El reporte de la CNDH se conforma de cinco apartados: los cuatro primeros refieren la información y evaluación de centros estatales, federales, militares y municipales, instituciones que en su conjunto conforman el sistema penitenciario nacional, mostrando en cada sección calificaciones globales, específicas, cuadros comparativos y tendencias. El quinto apartado integra los datos que fueron proporcionados por las autoridades para conformar la información estadística sobre incidencias (homicidios, riñas, motines y quejas) que se presentan dentro de cárceles y prisiones del país.