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El mandatario de Brasil aún es investigado por corrupción

Todo apunta a que Temer será absuelto en el juicio sobre la elección de 2014
 
Periódico La Jornada
Viernes 9 de junio de 2017, p. 27

Brasilia.

El juicio sobre la elección de 2014 que podría anular el mandato del presidente brasileño, Michel Temer, entró este jueves en fase de votación, que parece apuntar a que saldrá absuelto, aunque aún es investigado por un caso de corrupción.

Estaba previsto que los siete magistrados del Tribunal Superior Electoral (TSE) determinaran este jueves si la relección de Dilma Rousseff (del Partido del Trabajo) en 2014, quien contendió con Michel Temer como compañero de fórmula a la vicepresidencia (del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, centroderecha) debía ser invalidada por abuso de poder y financiación ilegal de la campaña.

Sin embargo, la noche de este jueves apenas empezaba a emitir su voto el relator del caso, Herman Benjamin.

Pese a que muchos brasileños llegaron a ver a la autoridad electoral como la vía de salida más inmediata para Temer –quien también es investigado por el Supremo Tribunal Federal por corrupción, organización criminal y obstrucción de la justicia–, esta posibilidad parece alejarse.

En las tres primeras sesiones, los jueces del TSE discutieron extensamente el pedido de la defensa de excluir como pruebas las delaciones premiadas de ex ejecutivos de la constructora Odebrecht. Esas declaraciones contienen las acusaciones más graves contra la fórmula presidencial, pero no figuraban en las acciones judiciales iniciales.

Juristas consultados por la agencia de noticias Afp, aseguran que, por lo escuchado hasta ahora, cuatro jueces serían favorables a retirar las pruebas, frente a tres que quieren mantenerlas. En caso de que eso se confirme, aumentaría la posibilidad de absolver a Temer.

El fundamento del proceso es mantener la estabilidad del sistema, manifestó el presidente del TSE, Gilmar Mendes, que ha pedido moderación a sus colegas ante la importancia que podría tener para el gigante sudamericano perder a un presidente por segunda vez en poco más de un año.

Sin embargo, la consultora subrayó que hay otro factor con potencial explosivo para que el mandatario pierda el cargo: la investigación de la fiscalía con base en declaraciones premiadas de ejecutivos del gigante cárnico JBS que presentaron una grabación en la que presuntamente el gobernante avala el pago de un soborno.

Desde que ese audio salió a la luz hace tres semanas, la suerte del mandatario pende de un hilo.

Este viernes por la tarde vence el plazo para que Temer entregue por escrito al Supremo Tribunal Federal las respuestas a un largo y comprometedor interrogatorio sobre el caso.

El fiscal general, Rodrigo Janot, podría presentar formalmente cargos contra el mandatario en cualquier momento, aunque esa demanda debe ser aprobada por la Cámara de Diputados.

Pero hay más frentes abiertos que preocupan a Temer.

Esta semana se supo que el presidente usó un jet privado propiedad de Joesley Batista, dueño de JBS, para trasladar gratuitamente a su familia en 2011, cuando era vicepresidente.

Y hay temor de que Rodrigo Rocha Loures, cercano ex asesor detenido por corrupción, haga una delación en un trato con la justicia para aminorar su sentencia.

En tanto, el Partido de la Social Democracia Brasileña (centroderecha), principal socio del gobierno, debe decidir el próximo lunes si abandona la coalición, con la vista puesta en las elecciones de 2018.

Temer se mostró el miércoles desafiante.

Conduciremos el gobierno hasta el 31 de diciembre de 2018, prometió ante medio millar de empresarios, apoyándose en el crecimiento económico en el primer trimestre del año.

Si las proyecciones de Temer fallan y cae, el Congreso debería elegir al nuevo presidente en un plazo de 30 días, para completar el mandato hasta finales de 2018.