No carbón. No Trump, en la embarcación OSE Subaru, cargada con unas 60 mil toneladas de carbón provenientes de TexasFoto Afp
Viernes 2 de junio de 2017, p. 25
París.
Los indicadores clave del cambio climático son más alarmantes que nunca, desde la subida de la temperatura y la concentración de CO2 hasta el aumento del nivel de las aguas o el deshielo.
Récords de calor
El planeta batió en 2016 su tercer récord anual consecutivo de calor, con una temperatura superior de alrededor de 1.1ºC respecto de la media de la era preindustrial, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El siglo XXI cuenta ya con 16 de los 17 años más calurosos desde que empezó el registro de temperaturas, en 1880.
En el Ártico, la extensión del hielo estival de 2016 fue la segunda más reducida jamás registrada (4.14 millones de km2, por detrás de la de 2012). En algunas regiones de Rusia, la temperatura fue 6ºC o 7ºC superior a lo normal. En el otro extremo de la Tierra, en la Antártida, la banquisa (hielo marino) perdió en la primavera austral (noviembre) casi 2 millones de km2 respecto de la media de los pasados 30 años: era de 14.5 millones de km2 en 2016, y de 16.35 millones entre 1981 y 2010.
El deshielo de los glaciares en los macizos alpinos continuó por 36 año consecutivo.
Las grandes ciudades, por el efecto de las islas de calor
generadas por el hormigón y el asfalto, podrían ganar hasta 8°C adicionales de aquí a 2100.
Cuatrocientas partes por millón
La concentración de los tres principales gases de efecto invernadero –dióxido de carbono (CO2), metano y oxido nitroso– alcanzó nuevos máximos en 2016.
Por primera vez, en 2015, la concentración de CO2, el principal gas de efecto invernadero, superó las 400 partes por millón (ppm) a escala global, y la tendencia continúa. Para tratar de limitar el alza de las temperaturas a 2ºC y así contener las graves consecuencias del calentamiento global, la concentración media de gases de efecto invernadero no debe superar en 2100 las 450 ppm de CO2eq (equivalente de CO2 en partes por millón).
Las emisiones de gases de efecto invernadero, fruto de la energía fósil, deberían estabilizarse en 2016 por tercer año consecutivo, un avance inédito ligado a los esfuerzos de China, pero aún así insuficiente, según el balance de los científicos de Global Carbon Project. Los investigadores han alertado además sobre un auge repentino e inexplicado del metano, que tiene un efecto invernadero mayor que el del CO2, +3.3 mm al año
Nivel de océanos sigue subiendo
Según un estudio reciente, el fenómeno, que se pensaba que era gradual hasta la fecha, parece acelerarse: el nivel de los mares ha crecido entre 25 y 30 por ciento más rápido de 2004 a 2015, que durante el periodo 1993-2004.
Este incremento podría intensificarse a medida que los glaciares y casquetes glaciares se deshielan (Antártida, Groenlandia). El alza es más rápida en algunos puntos, como el Pacífico y el océano Índico.
Extremos climáticos
El calentamiento favorece los episodios meteorológicos extremos, en particular las sequías y las olas de calor, señala un estudio de la OMM. Según algunos climatólogos, el volumen de sequías, incendios forestales, inundaciones y huracanes debidos a las alteraciones del clima se ha duplicado desde 1990.
La violencia de los tifones en China, Taiwán, Japón y las dos Coreas debería aumentar, según un estudio que indica que en los pasados 35 años los tifones que han golpeado el este y el sureste asiático han ganado entre 12 y 15 por ciento de intensidad. Al mismo tiempo, la frecuencia de las tormentas extremas se ha triplicado en el Sahel por culpa del calentamiento global, advierte otro estudio.
De acuerdo con el Banco Mundial, las pérdidas vinculadas con los desastres naturales ascenderán a 520 mil millones de dólares al año y arrastrarán a 26 millones de personas a la pobreza anualmente.
Mil 688 especies afectadas
De las 8 mil 688 especies amenazadas, o casi, 19 por ciento (mil 688) se ven afectadas por el cambio climático, tanto por las temperaturas como por los fenómenos extremos que éste entraña. La Gran Barrera de coral ha registrado su peor episodio de blanqueo por segundo año consecutivo. Además, los corales que se hayan visto afectados dos años seguidos no podrán recuperarse, aseguran científicos australianos. Un aumento de las temperaturas superior a 1.5ºC, un ambicioso límite incluido en el acuerdo de París junto con el de 2ºC, traería consigo una alteración de los ecosistemas de la cuenca mediterránea inédita en 10 mil años.