Cannes.

El jurado del Festival Internacional de Cine de Cannes, presidido por el español Pedro Almodóvar, otorgó este domingo la Palma de Oro a The Square, del sueco Ruben Östlund, una sátira de la clase acomodada occidental.

Es la primera vez que el director sueco compite por el máximo galardón. Aunque Östlund, cineasta-antropólogo, finja ser tímido bajo su mechón de pelo rebelde, ha destacado por su humor mordaz. Ahora hizo un drama satírico, tres años después de darse a conocer con Fuerza mayor, que obtuvo el premio del jurado en 2014, en la sección Una Cierta Mirada.

The Square es una crítica a la burguesía, encarnada por el conservador de un museo de arte contemporáneo, que prepara una exposición ambiciosa, centrada en ensalzar los valores universales, por medio de un simple cuadrado trazado en el suelo. Fue quizá la cinta que más risas arrancó durante las proyecciones de las 19 películas en competencia, la mayoría explícitamente violentas o sicológicamente tensas.

Es una película y un equipo formidables, afirmó el director, tras recibir el premio.

El actor danés Claes Bang interpreta al director del museo, un hombre divorciado, con dos hijas a las que ve de vez en cuando y que lleva una vida ordenada, sin ser consciente de su falta de sentido. Mientras en la ciudad en la que habita, la pobreza y las desigualdades saltan a la vista.

Östlund realizó con maestría un filme extremadamente divertido. Habla de lo políticamente correcto, que es como una dictadura (...) Este tema tan serio fue tratado con una imaginación increíble, declaró Almodóvar.

Hace 43 años Ruben nació en Gotemburgo, ciudad en la que estudió dirección cinematográfica y en la que sigue viviendo. Allí también rodó una parte de The Square, su quinto largometraje y el primero en inglés. La película se interesa en la manera en que se considera y se opone la responsabilidad individual a la de la sociedad, y examina cómo nos cuidamos los unos de los otros y temas como la confianza y la responsabilidad, explicó a la revista estadunidense Variety, en febrero pasado.

Cannes distinguió también a dos mujeres, un hecho más bien raro. El jurado otorgó el premio a la mejor dirección a la estadunidense Sofia Coppola, por The Beguiled (La seducción), hecho inédito desde hacía 56 años: en 1961, la rusa Yuliya Solntseva obtuvo este galardón por La epopeya de los años de fuego.

Sofia Coppola tuvo este premio no por ser una mujer, sino porque la película es excelente, destacó la estrella china Fan Bingbing, una de las cuatro mujeres entre los nueve miembros del jurado. La cineasta le dedicó el triunfo a su padre, el legendario Francis Ford Coppola.

La británica Lynne Ramsay recibió el premio al mejor guion por You Were Never Really Here, que tuvo que compartir con un hombre, el griego Yorgos Lanthimos (The Killing of a Sacred Deer), ex aequo.

Un galardón con aires de compensación para una directora que era considerada en los pronósticos como la mujer que iba a ser la segunda en obtener la Palma de Oro.

Los premios a mejor actuación coincidieron con los pronósticos. El estadunidense Joaquin Phoenix, de 42 años, fue coronado mejor actor por su papel de un atormentado veterano de guerra en You Were Never Really Here, de la británica Ramsay. Brutal con sus enemigos, tierno con su anciana madre, este personaje vive de rescatar a menores de las redes de prostitución.

En la categoría femenina, el premio se lo llevó la alemana Diane Kruger por In the Fade, de Fatih Akin. En su primera actuación en su lengua materna, la estrella de Hollywood encarna a una madre de familia que busca vengarse de la muerte de su marido, de origen turco, y de su hijo, en un atentado cometido por neonazis.

Otros galardones

El Gran Premio fue para 120 pulsaciones por minuto, del francés Robin Campillo. Loveless, del ruso Andrei Zvyagintsev, ganó el Premio del Jurado. La Cámara de Oro de la Semana de la Crítica fue para Leonor Serraille por Jeune Femme y el Premio del 70 Aniversario para la australiana Nicole Kidman.

Las dos películas de Netflix se fueron con las manos vacías. Almodóvar había advertido al comienzo del festival que sería una enorme paradoja que ganara una cinta que no se fuera a estrenar en las salas, después de la decisión del gigante estadunidense de no salir en los cines franceses.