Ciudad Victoria, Tamps.

El representante en México del alto comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los derechos humanos, Jan Jarab, recomendó al gobierno de Tamaulipas implementar medidas precautorias para proteger a los integrantes de los colectivos de familiares de personas desaparecidas, luego del asesinato de la activista Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez, el miércoles, en San Fernando.

El diplomático, acompañado de Carolina Moreno, integrante de su equipo, se reunió ayer en la Casa de Gobierno con el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca; el secretario general de gobierno, César Verastegui Ostos, la subsecretaria de derechos humanos y de atención a víctimas, Gloria Garza, y el titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (Ceav), Jaime Rochín del Rincón, entre otros funcionarios.

El tema central fue el crimen de la activista Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez, quien desde 2012 se dedicó a buscar a su hija, Karen Alejandra Salinas Rodríguez, secuestrada en San Fernando, municipio donde en agosto de 2010 el cártel de Los Zetas asesinó por la espalda a 72 migrantes de Centro y Sudamérica y en abril de 2011 fueron enterrados 183 cadáveres en fosas clandestinas.

Además de solicitar la aplicación de medidas cautelares para proteger a los colectivos formados por familiares de personas desaparecidas, que buscan a sus parientes desde 2009 en los 43 municipios tamaulipecos, también se anunció una nueva visita del representante del comisionado de la ONU para los derechos humanos a finales de este mes, con el objetivo de evaluar las acciones que se pondrán en marcha.

El gobierno de Tamaulipas informó que junto con las organizaciones de derechos humanos y atención a víctimas, definieron otorgar atención y seguridad inmediata a la familia de Miriam Elizabeth Rodríguez. Esta atención también será otorgada a los organismos y colectivos de víctimas que existen en el estado, puntualizó en un comunicado.

Previo a esta reunión, el representante en México del alto comisionado de la ONU para los derechos humanos dialogó con integrantes de cuatro colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, en la sede de la procuraduría de justicia.

Familiares de los ausentes pidieron que se castigue a los responsables del crimen de Rodríguez Martínez y a los funcionarios que omitieron medidas de seguridad para ella. Denunciaron que los huérfanos de la violencia están abandonados y la violencia está imparable en gran parte de Tamaulipas.

Policías cercan vivienda

Con gritos de ¡Justicia, justicia, justicia! y entre muestras solidarias de habitantes del municipio de San Fernando a sus hijos Luis y Azalia, y su esposo, Luis, ayer se dio el último adiós a la activista Miriam Elizabeth Rodríguez.

Desde las primeras horas del viernes, ciudadanos fueron llegando a la funeraria Cristo Rey, ubicada en el centro de dicha localidad azotada por la violencia, así como representantes de la mayoría de los colectivos de la entidad.

La vivienda de Miriam, ubicada en la colonia Paso del Real, donde también se localiza la funeraria, estaba cercada por decenas de elementos estatales y de la policía investigadora.

En la capilla contigua donde velaban a la luchadora social, una pareja hacía lo propio con Jesús Emanuel Martínez, quien falleció a causa de ataque a balazos.

Azalia comentó que si bien conocían las causas de la lucha de Miriam, después de la muerte de su hermana, no habían dimensionado lo importante que era la tarea de su madre. Hoy nos fortalece saber que tuvimos como madre a una gran mujer. A las 17 horas de ayer, sus restos fueron sepultados.

El anciano que se encontraba en el lugar narró: “Ella fue mi alumna, yo le di clase, desde niña y adolescente fue una mujer inquieta, la seguían sus compañeras y compañeros, era lidercita desde su infancia. Fue una gran mujer.

Pero en este pueblo donde todos nos conocíamos, de pronto, con la guerra estúpida de un Presidente de la República, empezamos a desconfiar y los niños se hicieron adultos, se contagiaron de la violencia que llegó con ¡esa guerra!