Caracas.

Al menos dos personas murieron durante las protestas contra el presidente Nicolás Maduro, en una jornada en la que manifestantes caraqueños volvieron a lanzar frascos llenos de heces a las fuerzas de seguridad. Paralelamente, miles de pescadores y campesinos de varios estados expresaron su apoyo a la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente que lanzó el Ejecutivo.

Tras concentrarse en la sede del Ministerio de Producción Agrícola y Tierras, los chavistas se dirigieron al Palacio de Miraflores para expresar su respaldo a la gestión del gobierno.

Esta movilización se suma a las múltiples expresiones de apoyo que han dado diversos sectores del país, que fueron llamados a participar en la Constituyente por la paz de la nación.

En tanto, la movilización opositora, que pretendía llegar a la sede del Tribunal Supremo de Justicia, en el centro de la capital, para expresar su rechazo a la iniciativa de Maduro, fue dispersada con bombas lacrimógenas y chorros de agua por policías y militares.

La protesta escaló cuando los manifestantes, protegidos con escudos improvisados de madera –algunos con imágenes de ejemplares de la Constitución de la República Bolivariana–, lanzaron frascos llenos de excremento (conocidos como bombas puputov) a las fuerzas de seguridad, así como piedras, cocteles molotov y bombas de pintura.

La diputada Gaby Arellano denunció la presencia de grupos de presuntos seguidores del gobierno que iban armados, conocidos como colectivos, a quienes acusó de hacer disparos para intimidar a manifestantes que intentaban reagruparse en las cercanía de San Bernardino.

La fiscalía informó que un hombre de 26 años murió por un disparo mientras participaba en una movilización en la zona residencial Las Mercedes, en esta capital. También confirmó el fallecimiento de un motociclista de 32 años que fue herido el lunes durante una marcha en la ciudad de Mérida, con lo que elevó a 39 –de acuerdo con medios internacionales–, la cifra de fallecidos desde que estallaron las protestas, hace 40 días.

Las manifestaciones opositoras se extendieron a otras entidades de Venezuela, como Anzoátegui y Zulia, donde las bombas de gas afectaron a manifestantes y civiles.

Maduro anunció el primero de mayo la convocatoria a una Constituyente para reformar la Carta Magna que impulsó en 1999 el fallecido presidente Hugo Chávez. La oposición acusa al mandatario de usar el proceso para demorar las elecciones generales.

Por otro lado, la fiscalía pidió que 14 acusados de destruir una estatua de Chávez y de provocar daños en oficinas de una alcaldía, sean juzgados en cortes civiles y no militares, donde decenas de detenidos están siendo procesados.

El viernes pasado, opositores quemaron y destruyeron una estatua del fallecido mandatario, ubicada en una plaza de la pequeña ciudad de Villa del Rosario, en el estado de Zulia.

En este contexto, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) postergó al lunes la definición de una fecha para la reunión de cancilleres dedicada a Venezuela, al no lograr acuerdo sobre una propuesta para el 22 de mayo.

Delcy Rodríguez, ministra de Relaciones Exteriores, aseguró en su cuenta de Twitter que en la OEA fue derrotado un intento intervencionista.