El PRI definió anoche que la 22 asamblea nacional, a realizarse en agosto, dará una oportunidad de renovación y transformación, pero sin reinventarse, perder identidad o negociar elecciones.

La asamblea debe fortalecer nuestros cimientos ideológicos y estatutarios. Mejorar, preservando nuestra esencia política. Reconciliar al partido con los mexicanos inconformes y decepcionados de la política, dijo el dirigente priísta, Enrique Ochoa Reza.

La postura sobre lo que se espera de esa asamblea se presentó ayer en la 39 sesión extraordinaria del Consejo Político Nacional (CPN), convocada para ratificar la designación de Claudia Ruiz Massieu como secretaria general y cumplir con la obligación estatutaria de un proceso interno para cubrir ese cargo.

A la sesión sólo asistieron 438 de los 735 integrantes del consejo. Entre éstos, sólo cinco de los gobernadores priístas: Alejandro Moreno Cárdenas, de Campeche; Alejandro Murat Hinojosa, de Oaxaca; Héctor Astudillo, de Guerrero; Rolando Zapata Bello, de Yucatán, y Marco Antonio Mena, de Tlaxcala.

Mientras se cumplía con presentar el dictamen de la comisión nacional de procesos internos para informar al CPN que sólo Ruiz Massieu se registró como candidata a la secretaría general, la ex canciller fue ubicada en la primera fila del auditorio Plutarco Elías Calles entre los ex dirigentes Jorge de la Vega y Beatriz Paredes Rangel.

Ya ratificada en el cargo, recordó que hace 23 años –en la presidencia de Carlos Salinas de Gortari– su padre, José Francisco Ruiz Massieu, también fue secretario general del tricolor.

Ayer, la secretaria general priísta sostuvo que si bien el Revolucionario Institucional ha perdido algunas elecciones, no ha perdido su identidad ni cohesión, características que lo mantienen como el principal partido político del país.

Al igual que Ochoa Reza, criticó a los partidos de oposición que, sostuvo, a falta de ideología y proyecto han hecho del antipriísmo su única estrategia.

Somos el partido al que denuestan en público, pero al que envidian en privado. Envidian nuestra disciplina, estructura, presencia territorial y capacidad para mantenernos unidos. ¡Somos su angustia constante y su obsesión permanente!, expresó.

En un discurso que recibió elogios de Paredes Rangel, caracterizó a los opositores del PRI: “La derecha dejó pasar su oportunidad histórica. Inexperimentada y confundida, quiso administrar la República como empresa y después la convirtió en campo de guerra. Es aldeana, puritana, prejuiciosa y reaccionaria.

“La izquierda, donde ha gobernado, perdió el rumbo, principios y compromiso social. Si alguna vez tuvo autoridad moral, hoy apenas sobrevive. Gris y tibia, está enfrascada en sus pugnas internas.

¿Y qué decir del extremo populista? Dice que promueve el amor, pero utiliza el rencor para dividir; el miedo para polarizar, y la mentira para confrontar.

En contraste, afirmó, el PRI es un partido revolucionario, y revolucionar significa cuestionar y transformar. Porque somos revolucionarios, estamos dispuestos a cambiar lo que no sirva; pero porque somos institucionales sabremos conservar lo valioso.

Afirmó que la esencia del ideario priísta, de democracia y justicia social, no cambiará en la asamblea nacional, y que no sólo se trata de modificar los documentos básicos, sino de replantear las conductas de los priístas.

El CPN también dio entrada a 10 nuevos consejeros políticos, entre otros Héctor Pizano Ramos, Juan Ramón Cervantes Gómez, Gustavo de la Torre, Carlos Sobrino Argaes, Amadeo Hernández, Salvador Jara Guerrero y Paul Ospital Carrera.