La tecnología se hizo presente en la representación del Viacrucis en Iztapalapa, y por primera vez, el calvario de Cristo no se vio interrumpido por la multitud que solía invadir la Vía Dolorosa. Las angostas calles del centro de la demarcación estuvieron libres para que casi a las 15 horas Jesús, una vez en la cruz, pronunciara sus últimas palabras.

Tuvimos saldo blanco, informó Dione Anguiano Flores, jefa delegacional, al rendir cuentas del acto principal de la Semana Santa, la cual concluirá mañana, con advertencia de arresto y multa para quienes sean sorprendidos desperdiciando agua, la principal carencia de la zona.

Cerca de un millón 600 mil asistentes vieron la principal de las 20 celebraciones de la Pasión que se efectúan a lo largo y ancho de la delegación.

Controlado el flujo de visitantes por medio de drones desde el centro de mando, se evitó, como antaño ocurría, que se formaran bolitas al paso del Cristo con su pesada cruz –de casi 90 kilos– a cuestas, acción que dilataba la marcha.

El cortejo fue fluido. Quizás a merced de lo benigno del clima,  el Cristo subió a buen paso la cuesta hasta la terraza de las Cruces, en las faldas del Cerro de la Estrella, donde no faltó que algunos –vecinos o no– quisieran colarse para tener mejor visión de las escenas.

Órale, hijo de tu pinche madre, me estás aplastando, fue la queja en hebreo de un centurión hacia un elemento de Logística y Seguridad, que, presuroso, acudió a contener, junto con otros compañeros, a un grupúsculo que arremetió contra las barreras que separaban el escenario de la vialidad.

Fue una satisfacción mostrarle al mundo que cumplimos con la encomienda que nos dejaron nuestros antepasados, sentenció Miguel Morales, del Comité Organizador de la 174 representación.

Es impresionante, nunca había visto algo así, señaló Zurab Eristavi, embajador de Georgia, uno de los invitados especiales, acompañado de su familia.

Ulises Medina, responsable de la dirección jurídica y de gobierno, apuntó que se retiraron de la vía pública 10 chelerías y se incautaron 200 caguamas, así como tres garrafones de pulque.

Desplazan más de 10 mil policías

Tras la representación de la Pasión de Cristo, la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México reportó saldo blanco y asistencia de alrededor de 2 millones de personas.

Mas de 10 mil elementos de la dependencia fueron desplegados en los diferentes cinturones de seguridad que se instalaron en todo el recorrido. El secretario de Seguridad Pública de Ciudad de México, Hiram Almeida, supervisó por aire y tierra el operativo.

Recorrió la calzada Ermita Iztapalapa, la calle Estrella, Ermita Alta y continuó por el camino Cerro de la Estrella hasta el parque ecológico, donde se hizo la escenificación.

Los policías hicieron cortes a la circulación y aleatoriamente revisaron a personas y vehículos. En todo momento se contó con el apoyo de tecnología, como drones, torres tácticas y una cámara infrarroja del agrupamiento Cóndores que estuvo sobrevolando la zona.

En tanto, la Procuraduría General de Justicia de Ciudad de México reportó cuatro personas extraviadas, quienes fueron localizadas mediante un módulo ex profeso instalado en la explanada de la delegación Iztapalapa.

El viaje en el tiempo se inició a las 10 horas. Los asistentes, aunque físicamente estaban frente al atrio de la Catedral Metropolitana, fueron situados en el pasado para presenciar el Viacrucis de Jesucristo.

El hijo de Dios apareció con su vestimenta desgarrada y golpeado de la cara y el cuerpo, ensangrentado para ser juzgado por Poncio Pilatos en la representación de la Pasión de Cristo que realizó la Compañía de Teatro Clásico Fénix Novohispano.

Bajo un sol intenso, el actor que representó a Jesucristo, cargando una cruz de 50 kilos, en su camino al calvario rodeó la plancha del Zócalo acompañado de niños y adultos, muchos grabando videos y tomando fotografías de los momentos más importantes del viacrucis como cada una de las estaciones que realizó. La primera en su encuentro con María en la calle 5 de Mayo y Zócalo, después en 5 de Febrero y Plaza de la Constitución donde Jesús se descubrió el cirineo.

La tercera estación fue en 20 de Noviembre; en la cuarta, Pedro salió al paso de Jesús en la calle de Pino Suárez y Zócalo. Frente a la puerta de Palacio Nacional, habló con las mujeres piadosas y la última caída fue frente a la calle de Moneda y Plaza de la Constitución.

Finalmente regresó al escenario ubicado frente a la Catedral para su crucifixión. Algunos niños que acompañaban a sus familiares se tapaban los ojos para no ver las heridas de Cristo.

De acuerdo con cálculos de la Secretaría de Seguridad Pública de Ciudad de México asistieron cerca de 250 personas, entre los que se encontraban turistas nacionales y extranjeros.

En la representación participaron 40 actores, una banda de 30 percusiones y 10 trompetas. Jesús fue interpretado por Francisco Arroyo; María por Jacqueline Bribiesca; Poncio Pilatos por Víctor Zeus; Verónica por Norma Duarte; Caifás por David Villarreal; Anás por Ricardo Valdivia; Pedro por Carlos Zarza y Barrabás por José Juan de la O.