San José.

Los 10 países integrados en el Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla manifestaron su preocupación por el aumento de acciones que discriminan a las personas migrantes y rechazaron el racismo y todas las formas de discriminación, xenofobia, intolerancia y criminalización en su contra.

Así quedó consignado en la Declaración de San José, resultado de la cumbre realizada en esta capital centroamericana y donde se ratificaron compromisos suscritos en 2011 para avanzar en la lucha contra el crimen organizado trasnacional.

En la plenaria donde hizo un recuento de las acciones de México para cumplir la agenda de este mecanismo regional, el presidente Enrique Peña Nieto pidió trabajar de manera conjunta en los proyectos de desarrollo en la zona.

Para abonar a una buena vecindad es indispensable que cada nación asuma la parte que le corresponde en el desarrollo integral de sus sociedades y de la región, señaló.

Es necesario privilegiar –dijo– el interés general de los habitantes de la región por encima de cualquier otra consideración.

En otros puntos de la declaración conjunta de la Cumbre de Tuxtla también se hace hincapié en la vulnerabilidad de la región ante los efectos del cambio climático y por ello dan la bienvenida a la entrada en vigor del Acuerdo de París sobre el tema.

Asimismo, formalizan la propuesta de dar participación a la iniciativa privada en este mecanismo regional, así como el fomento a las alianzas público-privadas como herramientas privilegiadas para impulsar la cooperación y el desarrollo.

Al mencionar los proyectos donde México participa directamente, el presidente Peña mencionó que ya se tiene 72.6 por ciento del financiamiento del llamado Corredor Pacífico (que incluye un gasoducto desde México hasta Centroamérica).

Y reiteró: como región tenemos el desafío ineludible de generar las condiciones adecuadas para que cada persona pueda encontrar en su propio país las oportunidades que necesita para salir adelante.