Ayer fueron abandonados los restos de entre seis y 10 personas en los límites entre los estados de Colima y Jalisco, horas antes de que se firmara en Manzanillo un acuerdo de seguridad regional entre el titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y los gobernadores de Colima, Ignacio Peralta; Michoacán, Silvano Aureoles, y Jalisco, Aristóteles Sandoval, además de un representante de Guanajuato.

Los restos presentaban avanzado estado de descomposición y estaban en una barranca junto a la carretera libre Ciudad Guzmán-Colima, en el municipio de Cuauhtémoc, a menos de un kilómetro del límite con Jalisco.

La Fiscalía General del Estado (FGE) de Jalisco y la Secretaría de Seguridad colimense confirmaron el hallazgo de los despojos, sin precisar el número de cuerpos a los que correspondían.

El caso será investigado por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Colima.

El gobernador Ignacio Peralta no descartó que se hubiera dado muerte a las víctimas en un sitio diferente a donde fueron abandonados los restos y dijo que la FGE de Jalisco y la PGJE de Colima investigarán en equipo, no sólo para saber de dónde eran originarias las víctimas, “sino dónde se perpetró el crimen, así como la información necesaria para esclarecer el caso.

En tanto, sujetos no identificados agredieron a balazos una camioneta propiedad de Alejandro Flores, presidente del comité directivo municipal del PRI en Tecomán, Colima, cuando el vehículo estaba estacionado frente al domicilio del dirigente.

Es un atentado contra mi propiedad. Ese vehículo lo utilizan mi esposa y mis hijas. Creo que es alguna cuestión de índole política, dijo Flores.