El consenso de los analistas financieros anticipa que el Banco de México (BdeM) volverá a incrementar su tasa de interés en la reunión de política monetaria que sostendrá el jueves 30, aunque existe gran división respecto de si la magnitud del alza será de un cuarto o medio punto porcentual.

Analistas de Banorte Ixe prevén que el alza será de un cuarto de punto porcentual y que ésta estaría justificada por el ajuste que la Reserva Federal de Estados Unidos anunció el 15 de marzo de 0.25 puntos porcentuales, con lo que su tasa de referencia quedó en un rango de entre 0.75 y uno por ciento.

Además dijeron que el alza del precio del dinero por el banco central estaría respaldada en que las expectativas inflacionarias continúan ajustándose al alza.

La tasa de interés de referencia que fija el Banco de México determina el costo al que se financian empresas y personas y su incremento es una forma de contener presiones inflacionarias por la depreciación del peso y el alza en los precios de los combustibles.

En su primera reunión del año (realizada el 9 de febrero) el BdeM subió en medio punto porcentual la tasa de referencia, con lo que ésta se situó en 6.25 por ciento.

Recientemente el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, destacó que si bien el repunte actual en los precios se explica por factores externos que han afectado al tipo de cambio, también se debe al cambio estructural que supuso la liberalización de los precios de las gasolinas.

Sin embargo, los especialistas de Banorte consideran que dicha liberalización tendrá un impacto transitorio sobre la inflación, pero un efecto mucho más importante sobre la consolidación de las finanzas públicas a largo plazo, factor clave para reducir los riesgos en la economía y crear un entorno más propicio para el crecimiento.

La decisión, tomada en la primera reunión de política monetaria de 2017 del banco central, representó el séptimo incremento desde que se inició el ciclo de alza de tasas en diciembre de 2015.

Desde entonces, la tasa de referencia ha subido en 3.25 puntos porcentuales, alza que ha impactado el costo de los préstamos a empresas y a los usuarios de tarjetas de crédito.

En 2016 elevó la tasa en cinco ocasiones: en febrero, junio, septiembre, noviembre y diciembre en medio punto porcentual cada vez.

Especialistas de Scotiabank consideraron que ante el desempeño reciente de la inflación (la cual tocó máximos históricos durante la primera quincena de marzo), el banco central se inclinará por el incremento más fuerte, de medio punto porcentual.

El grupo financiero disminuyó de manera importante su estimación para el tipo de cambio al cierre del año, de 22.25 a 21.27 pesos por dólar, mientras para 2018 baja de 22.69 a 21.68 pesos por dólar, reconociendo con ello la fuerte apreciación que se ha observado en las pasadas semanas como consecuencia de un mensaje más razonable por los funcionarios relacionados con los temas de comercio en la nueva administración de Estados Unidos.

No hay que olvidar, sin embargo, que la incertidumbre sigue siendo muy elevada y el tipo de cambio muy sensible a los cambios en el entorno, por lo que no hay que descartar nuevos momentos de volatilidad exagerada, advirtieron.