El montaje Tr3s: una obra dramática reflexiona y satiriza sobre el escuálido cuerpo desnudo del amante, la condena de mediocridad de la clase media, el disgusto por los huevos tibios en el desayuno o la existencia del amor como pérdida de electrolitos, con intercalados diálogos matemáticos que citan a teóricos como Schureman o Perelmán. La vida nunca es cotidiana, dice uno de los personajes en la obra que se estrenó en el teatro El Granero el jueves 23.

Escrita y dirigida por José Alberto Gallardo, la pieza escénica es un canon a cuatro voces, un juego engarzado de volteretas de palabras de los personajes: un profesor que explica la vida en pensamientos nebulosos o proposiciones matemáticas y tres jóvenes mujeres, dos de ellas sus alumnas, en el primer semestre de la universidad. Una noche de juerga y excesos desencadena una serie de debates íntimos del despertar de una cruda mañana.

En el pequeño foro del Centro Cultural del Bosque el espectador se convierte en voyeur del conflicto de pareja de cuatro humanidades dispersas. La cortina de un pequeño departamento se abre al tercer llamado para acudir a la confusión de una resaca y sus consecuencias. Sin embargo, entre la desazón y la aparente falta de lógica, no queda más que sucumbir a la risa ante lo ridículo.

Tal vez es una derivación ontológica del teorema de Newton o la existencia en un microuniverso y agujeros de gusano en el Universo, donde la pregunta de la existencia del amor suscita una sonora carcajada entre el público. ¿Esto está pasando realmente?, imploran los personajes ante el banal y sinsentido transcurso de la vida.

En entrevista, Gallardo relató que el detonador de la pieza fue el contacto con jóvenes al trabajar en una universidad privada y conocer su forma de vida. Pude reconocer cierto vacío distintivo en ellos, se difundió a la prensa. “Vi un vacío en su existencia, sin cuestionamientos sobre por qué viven.

Todas nuestras batallas, al final, caen en lo chistoso, en lo ridículo. Todo lo patológico o lo miserable de los seres humanos puede develar algo cómico. Y nuestra obra está abordada desde ahí. No es una baja comedia, pero sí tiene tienes cómicos. Es una propuesta diáfana, muy sencilla, detalló el dramaturgo y director sobre la obra sobre un asunto complejo como el vacío existencial, pero que parte de lo más diáfano en la nimiedad de lo cotidiano.

La obra fue ganadora en 2013 del Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz en el género de dramaturgia.

El montaje en El Granero, en el complejo cultural ubicado en Paseo de la Reforma y Campo Marte, continuará en escena hasta el 23 de abril, con funciones de jueves a domingo. La comedia, que se mofa del vacío existencial, cuenta con las actuaciones de Verónica Bravo, Sonia Franco, Andrea Guerrero y Hariff Ovalle.