Menor tasa de crecimiento del crédito, pero mayor que el PIB
El grupo de bancos que comenzó a operar después de la privatización de 1991-1992 plantea que es necesaria una regulación asimétrica debido a que son instituciones de diverso tamaño, con diferentes modelos de negocio y distintas etapas de maduración. Pide que la exigencia de capitalización sea acorde al tamaño
Jueves 16 de marzo de 2017, p. 21
La banca ha pasado por un proceso de aprendizaje, nutrido de la experiencia de crisis ocurridas en las últimas dos décadas, para evitar el sobrendeudamiento de sus clientes. En la coyuntura actual, marcada por un menor crecimiento al esperado y aumento en las tasas de interés, el análisis del riesgo al momento de otorgar los préstamos es un tema a poner atención
, plantea Carlos Rojo Macedo, director general del Grupo Financiero Interacciones y próximo vicepresidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).
Hay que poner atención, sin duda, al crecimiento de la economía del país y a mantener un nivel de análisis en la toma de riesgo tan profundo que permita mantener uno de los más bajos niveles de morosidad
que ha registrado la banca hasta ahora, dice en una entrevista con La Jornada, en el marco de la 80 Convención bancaria, que se realizará la próxima semana en Acapulco. Anticipa una menor tasa de crecimiento del crédito, aunque, apunta, seguirá siendo dos o tres veces mayor que el ritmo de repunte de la actividad económica.
Como vicepresidente de la ABM, Carlos Rojo representará a los bancos del llamado Grupo A, en el que están 32 instituciones que comenzaron a operar después de la reprivatización de la banca de 1991-1992. Entre ellas están: Afirme, Mifel, Azteca, Banco del Bajío, Interacciones, Invex, Monex, Compartamos, Famsa, Bancoppel y Banco Base, entre otros. (La lista completa del grupo).
Uno de los temas de la agenda que lleva ese grupo y que Rojo Macedo plantea continuar es la regulación asimétrica entre las instituciones de crédito. Somos bancos de distintos tamaños, con diferentes modelos de negocio y distintas etapas de maduración
, comenta.
En México, la regulación en cuanto a requerimientos de capital es igual para todas las instituciones, sin importar su tamaño o años que llevan operando. Lo que se está buscando es que, a través de la regulación, se pudieran establecer consumos de capital de acuerdo con las distintas vocaciones de los bancos y que estas necesidades de capital se amplíen conforme un banco abarque más segmentos o más unidades de negocio
, propone. Esto permitiría que fueran creciendo
.
–¿Cuáles son los riesgos que identifica para que se mantenga la dinámica de crédito de la banca?
–A las cosas que hay que ponerles atención, sin duda alguna, tienen que ver con mantener e incrementar el crecimiento de la economía, con mantener un nivel de análisis en la toma de riesgo tan profundo como el que se ha hecho a nivel gremial y que ha permitido que tengamos en el sistemas probablemente uno de los mejores momentos en cuestiones de morosidad. También habrá que cuidar cómo se desarrolla el tema de la renegociación del Tratado de Libre Comercio y el impacto que puede tener la política fiscal de Estados Unidos en México. Por su parte, el sistema financiero tiene el gran reto de seguir buscando las oportunidades. Porque este es un país que está lleno de ellas.
–Las tasas de interés de referencia han subido ya por más de un año. ¿Cómo se va a reflejar en el costo que pagan los usuarios por los servicios bancarios?
–Seguimos, aun con las alzas, en niveles de tasas de interés históricamente bajas. Sí han venido subiendo y los bancos hemos tenido la capacidad de absorber este incremento en las tasas. A lo largo de 2017 no veo que vaya a haber variaciones importantes. Tener tasas de, por ejemplo, 10 a 11 por ciento para crédito hipotecario es un nivel que permite a un mexicano hacerse de un patrimonio.
–¿Cuál será la dinámica del crédito en los próximos meses?
–Sin duda alguna hay correlación entre crecimiento del producto interno bruto y el del crédito. Lo importante no es si el crédito creció más o menos que el año pasado, sino que se mantenga el multiplicador que hoy tenemos en la banca, donde en la industria el crédito crece tres veces más el tamaño del PIB, y a veces hasta más.
–¿Es un tema de preocupación la cartera vencida?
–No lo veo como tema de preocupación. Es algo en lo que siempre tenemos que estar ocupados. La banca ha tenido un proceso de aprendizaje muy importante a lo largo de las distintas crisis, desde los años 90 y previo a eso, incluso. De 2000 hacia acá ha habido distintas crisis y la banca ha tenido la capacidad de hacer una muy buena selección en el riesgo, de no sobrendeudar a sus acreditados, de tener buenas políticas de diversificación de riesgo.
Extremadamente activos
El deterioro de expectativas económicas al inicio del año, hecho reportado en las mediciones de confianza del consumidor y empresarial realizadas oficialmente, no ha afectado la actividad del crédito, asegura Rojo Macedo. Y, por ejemplo, menciona que Interacciones, la filial bancaria del grupo que dirige, está teniendo un primer trimestre de 2017 extremadamente activo
.
La banca de infraestructura del grupo tuvo el año pasado un crecimiento de 40 por ciento, con un saldo de 29 mil millones de pesos en 77 proyectos. A dos semanas de cerrar el primer trimestre de 2017, dice, ya está analizando créditos adicionales por otros 20 mil millones de pesos, en 88 proyectos. Típicamente tenemos un porcentaje de bateo de 50 por ciento. Estar pensando que en el primer trimestre más o menos una tercera parte de lo que hicimos el año pasado nos pone, de verdad, ante un panorama que nos llena de optimismo
, asegura.
–¿Ha cambiado en algún sentido la estrategia del grupo, respecto de la forma en que la plantearon al final del año pasado, por el cambio en el entorno económico y político que enfrenta México?
–No. Más que haber cambiado, estamos reforzando nuestra tesis. De cara a 2017 se abre una oportunidad muy grande para que Grupo Financiero Interacciones se convierta en un aliado de estados, municipios y gobierno federal para el desarrollo de infraestructura y a las pequeñas y medianas empresas que son proveedoras del sector público, donde estamos viendo distintos motores de crecimiento.
Y, también, se abren oportunidades con la coyuntura. Menciona como ejemplo los estados del norte del país, donde, dice, el motor de crecimiento siempre ha sido el desarrollo de infraestructura. Hay una expectativa de que se pudiera generar un regreso de mexicanos de Estados Unidos por las políticas migratorias en aquel país. Los gobernadores de la región norte de México tienen la expectativa de que muchos de los connacionales que regresen de Estados Unidos se van a quedar a vivir en la franja fronteriza. Eso significa que deberán desarrollar más infraestructura de la que habían planeado. Estamos trabajando hoy con los estados para estructurar planes para financiar más escuela, instalaciones de salud, vivienda, alumbrado, saneamiento de agua
, dice.
Es importante que hoy los mexicanos busquemos oportunidades, sin que en ningún momento ello signifique ignorar los retos que tiene el país. Hay que verlos, atenderlos, pero en función de esto desarrollar capacidades nuevas que además, creo, se nos abrirán a través de toda esta coyuntura que hay, que en gran parte viene del extranjero, de la parte de los mercados, de Estados Unidos, pero nos abre la oportunidad de desarrollar nuevas industria en el país, de acelerar el consumo y es responsabilidad de todos nosotros buscar, capturar y ejecutar estas oportunidades
, asegura.