Miguel Barbosa consideró que la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de remitir a la Comisión Nacional Jurisdiccional del PRD el recurso que presentó en contra de su destitución como coordinador de ese partido en el Senado, amplía su garantía de acceso a la justicia, porque la dirigencia perredista no podrá congelar una decisión al respecto.

Esa resolución del tribunal es un ingrediente adicional a la decisión que los 15 senadores que respaldan a Barbosa tomarán este fin de semana y que puede derivar en la desaparición del grupo parlamentario del PRD o reducirlo al mínimo, para quedar como la cuarta o quinta fuerza política en esa cámara.

Los senadores analizarán si salen del grupo del PRD y se asumen como un bloque de legisladores independientes, que los ubicaría detrás de PRI y PAN. La posibilidad cobra fuerza ahora y la intención es anunciarla el lunes.

Anoche, Barbosa sostuvo que lo decidido por el TEPJF, al ordenar un plazo perentorio de cinco días hábiles para que la comisión jurisdiccional resuelva su pretensión, cumple con su primer objetivo de tener justicia pronta y expedita.

Una de las razones fundamentales por las que recurrí directamente a la Sala Superior fue la preocupación de que la comisión jurisdiccional se convirtiera en autoridad de consigna y retrasara indefinidamente la resolución de la controversia, resaltó en un comunicado.

Por otra parte, el senador Alejandro Encinas explicó que desde el inicio de la legislatura, los senadores que formaron la bancada perredista provenían de una coalición electoral y no del PRD, por lo que ahora, cuando el grupo dominante, Nueva Izquierda, regresó a la práctica lamentable que Pablo Gómez denominó de las purgas políticas de los disidentes, pueden agruparse en un bloque legislativo.

Se valora, reconoció, formar ese bloque legislativo, que si bien no tendrá reconocimiento legal porque lo impide el reglamento de la Cámara de Senadores –luego de una reforma que hicieron las partidocracias, para tener mayor control de sus grupos parlamentarios–, nosotros podemos asociarnos con toda libertad y nadie nos lo puede impedir.

Los legisladores no quieren ahondar sobre ello, pero los 15 valorarán también salir de la bancada perredista, lo que implicaría que éste quedara sólo con cuatro integrantes y desapareciera, ya que se requieren cinco senadores para formar un grupo parlamentario.

Otro escenario es que al final alguno de los 15 sea convencido por la dirigencia perredista y se mantenga en la fracción o que la presidenta del PRD, Alejandra Barrales, que es senadora con licencia, regrese a su escaño. Aún así, el grupo estaría por debajo del PVEM y del PT, en quinto lugar.