Un águila sobre un nopal devorando una serpiente en medio de un islote es uno de los mitos fundacionales del mexicano. La exposición El Escudo Nacional: flora, fauna y biodiversidad disecciona, mediante un análisis iconógrafico, los elementos de este símbolo patrio desde una visión histórica, arqueológica y científica.

Durante la inauguración de esa muestra temporal en el Museo Nacional de Antropología, María Cristina García Cepeda, titular de la Secretaría de Cultura federal, dijo que nuestro escudo está ligado a leyendas, tradiciones y hechos que se encuentran en lo más profundo de la identidad. El águila y la serpiente, la tierra, el agua y la flora, que lo componen, representan a la nación mexicana y nos remite a lo más antiguo de nuestras raíces.

La leyenda narra, dijo la funcionaria, que tras años de largo peregrinar desde Aztlán, los mexicas encontraron la señal que su dios Huitzilopochtli había prometido para fundar Tenochtitlán. Este acontecimiento se plasmó en el monolito Teocalli de la Guerra Sagrada, que resguarda el Museo Nacional de Antropología y que recibe al público como clave de la exposición.

Más de 300 objetos, entre piezas arqueológicas, banderas, pinturas, esculturas, publicaciones y numismática, además de restos de águilas y serpientes, permiten conocer al mito originario mexica, su arraigo entre el pueblo indígena durante el Virreinato, y la transformación que sufrió desde la Guerra de Independencia y la Revolución hasta la época contemporánea.

Además, enfatiza los elementos de la flora y fauna que aparecen en el escudo: águila, serpiente, nopal, peña, agua, el laurel y el encino.

García Cepeda dijo que es un símbolo que nos habla de la visión sobre la naturaleza de los antiguos mexicanos, en una cosmogonía que no deja de admirarnos. A lo largo de su historia ese símbolo ha tenido transformaciones que van unidas a los acontecimientos históricos, de la Conquista, la Colonia, la lucha de Independencia y su consumación.

Realizada en conjunto con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la muestra invita a conocer el emblema que tiene un diseño que integra más elementos de la biodiversidad que ningún otro.

Al respecto, Rafael Pacchiano Alamán, titular de la Semarnat, aseguró que la exposición, que tomó cuatro años de investigación y acopio de los elementos que la articulan, no se dedica exclusivamente a repasar los conocimientos históricos y mitológicos que definieron la conformación del emblema patrio.

También se detiene en los elementos naturales de nuestra composición gráfica. Entre los emblemas del mundo, el de México es el que incorpora la mayor diversidad de componentes biológicos, dijo el funcionario.

Añadió que los elementos naturales del escudo nos remiten a la biodiversidad que distingue al paisaje de nuestro territorio nacional. Tenemos la fortuna de vivir en uno de los cuatro países con mayor diversidad biológica del mundo. En nuestro país, que apenas ocupa uno por ciento de la superficie de todo el planeta, vive cerca de 10 por ciento de todas las especies del mundo, y gran número de ellas es endémica.

Enriquecida con herramientas digitales y una sala lúdica, la muestra El Escudo Nacional: flora, fauna y biodiversidad concluirá el 28 de mayo en el Museo Nacional de Antropología (Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec). Entrada gratuita.