La Sala de Arte Público Siqueiros abre hoy dos exposiciones: El retorno del realismo: Siqueiros y la neovanguardia (1958-1974) e Insurgencias botánicas: Phaseolus lunatus, de la artista peruana Ximena Garrido-Lecca.

El retorno del realismo… reúne 110 documentos y 20 piezas, algunas de las cuales no se ha-bían exhibido al público, como bocetos del mural La marcha de la humanidad, del Polifórum, y uno de los biombos que Siqueiros creó para la escenografía de la obra de teatro Licenciado no te apures, que se montó durante el encarcelamiento del pintor en Lecumberri.

En la planta baja del recinto se exhiben dos de los tres biombos pintados por Siqueiros, ambos pertenecientes al acervo del Archivo General de la Nación (AGN). Del tercero se desconoce su destino.Confiamos que con esta exposición alguien nos diga dónde está, expresó Taiyana Pimentel, directora de la isla y La Tallera, durante un recorrido con representantes de la prensa.

La funcionaria explicó que el trabajo curatorial de El retorno del realismo..., a cargo de Julio García Murillo, propone “una nueva visión en la que se analiza la relación de Siqueiros con este grupo de artistas, ese grupo de ideas y ese grupo de visiones que se conoció en su momento como la neovanguardia. Verán que a través de los documentos de nuestro archivo histórico, uno de los más interesantes que tiene el INBA, y de las obras que existen en nuestra colección, Julio ha sacado a la luz una serie de piezas que no habían sido exhibidas, curiosamente, entre ellas está esta obra, Columna rota y los bocetos para La marcha de la humanidad”.

De acuerdo con el curador, esta exposición intenta reactivar muchas obras que están en la colección de la Sala de Arte Público a partir de ciertos hallazgos que hemos hecho en su archivo. Uno de los puntos fundamentales de la muestra es justamente recuperar una lectura de Siqueiros en la que lo relacionemos durante los años 60 y 70 con los artistas jóvenes de ese momento; una de las ideas más acostumbradas que tenemos de este momento es su discusión con José Luis Cuevas, sus diferencias con la mayoría de la personas que después conocimos como La Ruptura o como la Mafia.

Lo que verá el visitante es que no fueron lo únicos jóvenes con los que se relacionó Siqueiros y que esa relación se dio no sólo a través de la pintura, sino también de la escritura, con el contacto que tuvo con Sergio Mondragón, editor de la mítica revista El Corno Emplumado, su relación con los jóvenes chicanos.

La muestra habla así de ese retorno o la búsqueda de artistas jóvenes hacia Siqueiros, y en una coyuntura en la que estos artistas van a buscar nuevos lenguajes, pero van a apelar por un lenguaje realista que para ellos será completamente político y transgresor.

El título también plantea esta revisión que los artistas de los años 60 van a hacer del muralista de los años 30, anticipando que la vanguardia mexicana es justamente el muralista y de alguna manera el fantasma que regresa constantemente y tendríamos que estar relaborando todo el tiempo.

Como parte de la exposición, se mostrarán proyectos como el Museo de la Composición del Muralismo, que nunca se realizó y habrá cinco pantallas donde se proyectarán videos como la versión original, apocalíptica, para el espectáculo de luz y sonido del Polifórum.

Deconstrucción de un discurso

También se inaugura Phaseolus lunatus, propuesta de la artista peruana Ximena Garrido-Lecca. En la planta baja del recinto fue colocado un sistema de cultivo de pallar, frijol que se cultiva en Perú.

En esta instalación participaron biólogos de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Xochimilco, ceramistas de Puebla que hicieron la tubería de barro y rotulistas mexicanos, quienes, una vez cosechados los pallares, los dibujarán en la fachada de la sala.

Taiyana Pimentel explica la relación entre las dos exposiciones: “Siempre partimos en este museo de traer una producción artística contemporánea que tenga de trasfondo una posibilidad discursiva con la obra y el pensamiento de Siqueiros. Ximena ha sido invitada porque es de las artistas que analizan esta deconstrucción del discurso poscolonial y los pallares (frijoles) permitieron a ciertos ensayistas del modernismo de Perú hablar sobre un posible sistema de comunicación incaico, algo que había sido negado por los cronistas de la época colonial.

“Lo que ella hace es generar, desde la botánica y estos frijoles, una postura política de leer o de releer estas tradiciones, este gran corpus de la tradición de Perú que fue la cultura incaica; por ahí es que nosotros entablamos un nexo sobre todo con las posturas que definieron a Siqueiros como artista político.

En la medida en que van naciendo los pallares, que por cierto ya nacieron pallares mexicanos, se van a ir trasladando en forma de discursos pictóricos murales hacia la fachada hasta crear un gran mural siguiendo la técnica de los rotulistas callejeros: un gran mural de los pallares que ella pretende sea un paralelismo en relación con este posible sistema de comunicación incaico.

Ambas exposiciones se inauguran hoy con una ceremonia oficial a las 19 horas y se abrirán al público este jueves. La Sala de Arte Público Siqueiros se ubica en la calle Tres Picos 29, Polanco.