La perversión es el núcleo sicológico de los personajes de Un tranvía llamado deseo, obra clásica del dramaturgo estadunidense Tennessee Williams, que será protagonizada por Mónica Dionne y Marcus Ornellas, en el teatro del Centro Cultural Helénico.

La vigencia del montaje más representado de la dramaturgia de Estados Unidos se sustenta en la resonancia social de esta obra, mediante la relación de sucesos lamentables que acontecen en la trama y son los mismos que aquejan a nuestra sociedad, expresó Aline de la Cruz, directora del montaje, junto con Iona Weissberg.

La obra gira en torno a la confrontación entre Blanche, quien de acuerdo con los críticos representa lo artístico y lo sublime, y Stanley, su cuñado, quien proviene de un mundo primitivo, rudo y animalesco. Blanche descalifica la vulgaridad de Stanley y el estilo de vida que ha llevado a su hermana Stella a continuar con él, lo cual no es más que un distractor para ocultar su perturbador pasado.

El personaje de Blanche Dubois lo encarna Mónica Dionne, mientras Marcus Ornellas asume el papel de Stanley Kowalski; María Aura interpreta a Stella Dubois y Rodrigo Murray a Harold Mitchell.

También participan Daniela Rodríguez, Héctor Sandoval, Luis Montalvo, Omar Saavedra, Angélica May y Rebeca Roa.

La escenografía e iluminación son de Sergio Villegas y Emilio Martínez y la música de Mario Santos, con producción de Yoalli Malpica.

La obra, explicó Rodrigo Murray, es interesantísima, brillante, superactiva, divertida, tiene muchísimo humor y una acción brutal, lo cual mantiene al espectador al borde del asiento.

Otro aspecto importante de esa pieza dramatúrgica de Tennessee Williams, añadió Murray, es que debemos quitarnos de la cabeza la idea de la solemnidad o del aburrimiento; sí hay retos y el mayor de ellos es sacudir el polvo a la obra.

El lado oscuro de Stanley

Marcus Ornellas se refirió a la violenta personalidad del hombre que encarna. Esa explosión de Stanley, que ocurre en cualquier momento y sin importar con quién, es uno de los grandes retos porque significa llegar a su lado oscuro y explorar su sicología.

Con Un tranvía llamado deseo Marlon Brando se inmortalizó y también es la película más reconocida del director Elia Kazan.

Esta es la cuarta ocasión que esa obra se monta en México, la cual tuvo destacadas funciones con Diana Bracho. La escenificación más reciente fue en 1996, dijo Yoalli Malpica.

Un tranvía llamado deseo tendrá temporada del 3 de marzo al 30 de abril. Las funciones serán viernes a las 20:30 horas, sábados a las 18 y 20:30 horas y domingos a las 18 horas en el recinto cultural que se ubica en avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn.