En enero pasado Colima rompió su récord de crímenes, desde 1997, inicio de la estadística oficial sobre delitos de alto impacto. Persiste en esta entidad la pugna entre grupos de la delincuencia organizada por el control de la plaza, estratégica para la distribución de drogas al norte del continente y Asia.

En un mes, esta entidad, la de menor población del país (más de 700 mil habitantes), registró 69 homicidios dolosos, más del doble que el mismo mes de 2016.

En diciembre pasado se abrieron 67 averiguaciones previas por ese motivo, para cerrar el año en 600 casos, el nivel más alto desde hace dos décadas.

Salvo 2012 y 2013, Colima había permanecido entre las entidades menos convulsionadas, con menos de cien asesinatos intencionales por año. Pero en 2015 se reportaron 167 y el año pasado se llegó a 600.

Por número de víctimas, en Colima fueron asesinadas en enero 87 personas, 20 más que en diciembre pasado, es decir, 69 reportes con 87 bajas.

El recuento de fallecidos y de averiguaciones es distinto porque en una misma carpeta se pueden incluir una o varias ejecuciones.

La mayoría de los crímenes fueron cometidos con arma de fuego; Manzanillo y Tecomán persisten como dos de las zonas más violentas y, por el número per cápita, con más casos en el país.

Integrantes del gabinete de seguridad advierten un severo y prolongado enfrentamiento entre células del cártel Jalisco Nueva generación, al cual adjudican la producción y venta de metanfetaminas, y el cártel de Sinaloa.

A escala nacional, en el primer mes del presente año hubo mil 938 denuncias por homicidio doloso. Esta cifra es la tercera más alta en lo que va del sexenio; sólo después de los registros de agosto y septiembre de 2016.

Los estados con la tasa de asesinatos más alta son: Colima (9.23 por cada cien mil habitantes) y Guerrero (4.57).

Baja California Sur se agrega a esta lista, de acuerdo con el tamaño de su población, con una tasa de 5.19. Por número de víctimas, esta entidad reportó en enero 55 bajas por ejecuciones y/o enfrentamientos.

Al inicio de 2017, en todo el país la tasa fue de 1.57 casos por 100 mil habitantes. Cada mes se acumula este indicador; el año pasado cerró en 17.

Por número de averiguaciones previas siguen a la cabeza Guerrero y estado de México, con 165 cada uno; Baja California (129), Chihuahua (121), Michoacán (117), Sinaloa (116), Veracruz (102) y Jalisco (101).

Estas estadísticas fueron emitidas esta semana por el Sistema Nacional de Seguridad Pública de la Secretaría de Gobernación y muestran también el número de víctimas. En enero fueron 2 mil 152 muertes de este tipo, la mayoría ejecutadas con armas de fuego y otras, cuyas características no se detallan.

En el caso de secuestro, este año empezó con 97 episodios y 109 personas plagiadas, sólo en el fuero común, a cargo de procuradurías y fiscalías estatales. Tamaulipas, estado de México y Tabasco siguen como punteros en la estadística oficial de este delito.