¡Atrapa el agua! es el llamado del recinto a pequeños de tres a cinco años de edad
un patio de aventuras, con la finalidad de que aprendan y valoren la importancia de cuidar el agua como recurso vitalFoto Francisco Olvera
Miércoles 22 de febrero de 2017, p. 6
¡Atrapa el agua! es el llamado a niños de tres a cinco años para que aprendan la importancia de la captación del vital líquido, su reutilización y adquieran conciencia sobre la necesidad de cuidar su uso. Se trata de un nuevo espacio de exhibición que ofrece Papalote Museo del Niño.
Dolores Béistegui, directora del espacio que incita a tocar, jugar y aprender, detalló hace unos días que la exposición está diseñada para que durante la primera infancia se desarrolle una nueva cultura del agua, centrados en un elemento que todos recibimos con gratitud: la lluvia.
Frente a los gritos entusiastas de niños que corrían presurosos desde un camión de bomberos, a apagar un incendio, la nueva instalación se ubica en una zona donde los infantes tengan experiencias que despierten su curiosidad y creatividad.
El área exterior en el museo es un patio de aventuras
, donde con diferentes escenarios, como una casa, un laberinto o entre arenas movedizas, los niños hacen la recreación de situaciones cotidianas, acompañados de su imaginación.
Escoltada por una veintena de niños ansiosos para chapotear con sus manos, Béistegui explicó que el agua de lluvia puede ser gran amiga y aliada en un país como México. Soluciones para la captación, filtración y reutilización creadas por ingenieros han sido traducidas en una actividad que los niños pueden entender fácilmente y divertirse aprendiendo, además de despertar la curiosidad en padres y maestros.
En el país, por ejemplo, entidades del sureste como Chiapas, Oaxaca, Campeche, Quintana Roo y Yucatán tienen disponibilidad natural del líquido y reciben gran cantidad de agua de lluvia, aunque de forma contradictoria, sus habitantes tienen menor acceso por no contar con el servicio de agua entubada.
Además, la disponibilidad de ese recurso natural ha disminuido considerablemente.
Alusión a técnicas prehispánicas
Yosdie Martínez, parte del equipo creativo del Papalote, dijo que la instalación para los niños está basada en un sistema de captación de agua real, incluso inspirada en técnicas prehispánicas, donde el agua de lluvia cae sobre los techos y para que no se desperdicie es captada por unos tubos de pvc; luego se canaliza a una cisterna para ser reutilizada. También puede pasar por filtros y una bomba.
Los niños juegan de una manera libre y de esa forma integran las prácticas de sustentabilidad en su vida cotidiana. Es importante porque están conociendo el mundo y entendiendo de dónde viene el agua, qué pasa con la lluvia, cómo funciona el sol, y están en la etapa de preguntar. Al estar involucrados en un juego libre, son prácticas que van a continuar.
Madelka Fiesco, subdirectora de contenidos educativos del museo, indicó que a partir de los tres años se adquieren conocimientos y habilidades que se quedan guardadas en la memoria de manera profunda. Por eso empezamos tan temprano; sabemos que los mensajes que adquieran aquí serán fundamentales el resto de su vida
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