Exportadora de Sal (Essa) continúa con las mismas prácticas irregulares detectadas desde 2013: venta de sal a un costo menor al de producción y por debajo de los precios internacionales; su socio minoritario, Mitsubishi, fija los montos de los contratos e incluso en 2015 le provocó pérdidas en coberturas a futuro, contratadas en dólares en el mismo banco de esa trasnacional.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) reportó a la Cámara de Diputados que Mitsubishi mantiene el control de Essa, a pesar de que sólo cuenta con 49 por ciento de las acciones. Aun cuando en una auditoría en 2013 se pidió a la salinera terminar con el monopolio de la firma japonesa, ésta domina en todas las operaciones.

Su subsidiaria Baja Bulk Carriers es la transportadora exclusiva de Essa para todo el mundo, y las operaciones bancarias las realiza por conducto del Mitsubishi Bank of Tokio y su filial Union Bank.

La auditoría recordó que esas condiciones parten del contrato original del 28 de abril de 1977 entre Essa y Mitsubishi sobre comisiones y ventas de sal, que se modificó en el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado, luego en el de Carlos Salinas y en los últimos días del de Vicente Fox, que atribuyeron a la empresa japonesa y subsidiaria (Baja Bulk Carriers) los derechos exclusivos de distribución de sal solar en distintos grados, producida por Essa, en Japón y el resto del mundo.

En el informe entregado la semana pasada a la Cámara de Diputados, la ASF indicó: en la cuenta pública de 2013 se mencionó que este contrato denota condiciones desfavorables a Essa, en beneficio de la empresa japonesa y a su subsidiaria, que adquieren el papel de únicos compradores, distribuidores y comercializadores.

La Secretaría de Economía redactó un proyecto de nuevo contrato, que se presentó el 23 de noviembre de 2016 y entregó al jurídico de la empresa para su revisión, aunque éste no ha entregado sus comentarios al consejo de administración.

La dependencia justificó ante la ASF que si bien el proyecto considera replantear los precios, la vigencia, exclusividad, comisiones, así como una nueva estrategia comercial para definir otra relación comercial (con Mitsubishi), por cuestiones de estrategia de negocio y la sensibilidad del tema, no se considera prudente difundirlo, ya que generaría falsas expectativas.

En tanto, durante 2015 y 2016, Essa mantuvo la práctica de vender la sal por conducto de Mitsubishi y Baja Bulk Carriers.

Sobre 2015 la auditoría informó: Essa vendió por medio de sus distribuidores 7 millones 446 mil 900 toneladas métricas de sal industrial para exportación por 2 mil 207 millones de pesos, esto es 97.4 por ciento (de la producción de ese año), por lo cual fue nula su participación en la comercialización de sal y en el acceso, por su cuenta, a nuevos mercados internacionales.

Essa vendió a 18.6 dólares la tonelada métrica de sal, y aunque contó con precios de referencia de entre 32.26 y 89 dólares, la información presentada por el socio minoritario (Mitsubishi) sirvió de base para determinar el costo de venta de la sal a la propia empresa japonesa.