La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó que al menos cuatro empresas comercializadoras de acero presentaron propuestas a la Dirección de Industria Militar y a la Fábrica de Vestuario y Equipo (Fave) de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), encaminadas a favorecer a alguna de ellas que ofertaron precios de referencia más altos que los presentados por otras compañías que importaron acero.

En su Informe de Fiscalización de la Cuenta Pública 2015, la ASF sostiene lo anterior y señala que la Sedena registra ausencia de mecanismos de control y operación en el manejo y operación de recursos públicos.

La ASF analizó 821 millones 613 mil pesos, de los mil 721 millones 366 mil pesos que integraron las siguientes partidas presupuestales Materiales y suministros, Servicios generales e Investigación y desarrollo tecnológico.

Concluyó que la dependencia no justificó los procedimientos de adjudicación para asegurar mejores condiciones en la compra de insumos para la producción y mantenimiento de armamento, municiones, explosivos, vehículos y equipos militares, así como la confección de vestuario militar.

Además de que las áreas auditadas incurrieron en deficiencias en la selección de proveedores y en la integración de expedientes de información para soportar los procedimientos de adjudicación celebrados en el año referido.

El documento señala que si bien en términos generales la Sedena cumplió con la normativa en materia de adquisiciones, en los casos señalados no acreditó haber asegurado las mejores condiciones de compra para el Estado.

De acuerdo con el informe, la Dirección General de Industria Militar se encarga de producir, ensamblar y mantener el material de guerra, maquinaria, vehículos y demás equipo militar e industrial, para satisfacer las necesidades operativas de la dependencia.

En tanto, la Fave se encarga de fabricar el vestuario, equipo militar y mobiliario que precisa la Sedena.