Guadalajara, Jal.

Hace nueve años falleció el niño Miguel Ángel López Rocha, envenenado por arsénico al caer a las aguas contaminadas del río Santiago, en el municipio de El Salto; sin embargo, el problema no se ha resuelto y para recordar al menor y exigir solución, activistas, ciudadanos y ex compañeros de la escuela primaria del niño se manifestaron ayer frente al palacio de gobierno y el Congreso del estado en esta ciudad.

El contingente de al menos 80 personas incluyó también habitantes de Cajititlán, en Tlajomulco, y del cerro de la Reina, en Tonalá, quienes por igual padecen problemas de contaminación por diferentes causas.

Piden a Sandoval ir a El Salto

En el palacio de gobierno, los manifestantes entregaron una carta dirigida al gobernador del estado, Aristóteles Sandoval, a quien le pidieron acudir personalmente a El Salto para que constate los fétidos olores, la contaminación del cauce y el alto número de personas enfermas por esta situación.

Después se dirigieron al Congreso local, donde mostraron mantas y carteles denunciando el grave problema contra la vida, la falta de intervención de las autoridades para terminar con el problema y el olvido de los diputados para gestionar recursos que logren soluciones de fondo.

Llamaron a las autoridades federales y estatales a terminar con la contaminación, en particular por la demostrada mala calidad de vida que existe en El Salto y colonias del oriente de Tlajomulco cercanas al afluente, donde hay un elevado índice de enfermedades resultado de esa situación.

Desde que murió el menor Miguel Ángel (en febrero de 2008) llevamos un registro de 752 fallecidos por enfermedades como cáncer, insuficiencia renal y derrames cerebrales. Además, hay 724 personas con males renales, 208 con cáncer (28 mujeres y tres niños) y 14 casos de leucemia en menores, afirmó Raúl Muñoz Delgadillo, de la asociación de defensa ambiental de El Salto.

No se ha hecho justicia

El activista señaló que no se ha hecho justicia a la familia del niño Miguel Ángel, cuyo padre biológico falleció hace más de un año, y su padrastro padece insuficiencia renal, además el único sostén de la familia es su madre, María del Carmen Rocha, y con el paso del tiempo la contaminación ha empeorado.

Recordó que esa situación fue corroborada en septiembre pasado, cuando el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos envió un grupo para certificar la situación de esa cuenca, la cual recibe los drenajes del sur de Guadalajara y del corredor industrial de El Salto. En esa zona cercana al río habitan al menos unas 150 mil personas.