Cumple cuatro años programa de renovación de plantilla
Lunes 13 de febrero de 2017, p. 33
En cuatro años, el Programa de Renovación de la Planta Académica (PRPA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha dado importantes frutos. De no haberse emprendido esta iniciativa, aseguró en entrevista Carlos Arámburo, titular de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico, el año pasado el promedio de edad en esa casa de estudios sería dos años mayor.
Datos de la UNAM muestran que en 2000 el promedio de edad de académicos de carrera era de 46.8 años; en 2012, 53.5, y de haberse seguido ese ritmo de crecimiento (seis meses por año), en 2016 hubiera alcanzado 55.8 años. Gracias al programa se mantiene en 53.8 años.
De 2014 a 2016, mediante el PRPA, se han retirado de manera digna y voluntaria
691 académicos mayores de 70 años y se han abierto 567 plazas para jóvenes, de las cuales 493 (87 por ciento) ya se ocuparon por menores de 39 años, en el caso de las mujeres y 37, en el de los hombres.
De los 691 docentes e investigadores que se han titulado, 42 por ciento son mujeres y 58 por ciento hombres, en tanto que de los jóvenes que se han incorporado, 54 por ciento son mujeres y 46 son hombres. Además de enfrentar el envejecimiento, el programa también tiene incidencia en la distribución de género
.
El objetivo del PRPA es contener el envejecimiento y mantener equilibrio entre juventud y experiencia de la planta académica, dar mayores opciones al personal en edad de jubilación, abrir oportunidades a los jóvenes de alto grado de escolaridad, reforzar áreas de investigación existentes y aprovechar campos emergentes. El proyecto comenzó durante la administración del ex rector José Narro, en 2013, y el rector Enrique Graue lo mantiene.
El plan se divide en dos subprogramas: de retiro voluntario por jubilación y de incorporación de jóvenes académicos. El primero está dirigido a mayores de 70 años, a quienes se mejoran las condiciones que otorga la ley, que sólo consiste en una pensión del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales a los Trabajadores del Estado; la UNAM también les paga una gratificación por jubilación a la que tienen derecho por contrato colectivo de trabajo, les da una renta mensual vitalicia de 23 mil pesos y un seguro perpetuo de gastos médicos mayores en condiciones idénticas a las de los profesores en activo.
El subprograma de incorporación de jóvenes da oportunidades –adicionales a las plazas que se abren por normativa– para la contratación de académicos menores de 40 años con maestría, doctorado o posdoctorado. Después de tres años, quienes son contratados bajo este esquema tendrán que someterse a concurso de oposición, y si ganan obtendrán la plaza definitiva.
Sin embargo, ha habido quejas de profesores que no cumplen con la edad mínima para ser considerados, quienes califican el plan de excluyente y discriminatorio
. Al respecto, Arámburo subrayó que las 493 plazas ocupadas mediante el PRPA equivalen sólo a 32 por ciento de las que concursó la UNAM de 2014 a 2016, y agregó que el número de contrataciones en este trienio creció 11 por ciento.
Otros datos indican que en 2015 del número total de académicos potencialmente jubilables
, sólo 5 por ciento contaban con el Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica, y 87 por ciento de los jóvenes que se incorporaron ese año lo tenían; además, en ese año, 59.79 por ciento del personal mayor de 70 años tenía doctorado y 18.87 maestría, en tanto que entre los jóvenes los porcentajes eran de 71.22 y 28.78, respectivamente.
Arámburo señaló que de mantenerse el programa y la tendencia a la baja, en algunos años la UNAM podría encontrar un equilibrio de edad promedio de su personal académico de entre 51 y 53 años de edad.