El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) alertó que el mercado interno, que hasta ahora ha sido el principal motor de crecimiento de la economía nacional, resultará afectado por la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, pues el aumento de 9.6 por ciento al salario mínimo aprobado para este año ya equivale a menos de la mitad del incremento inicial, debido a la inflación generada por las alzas a los precios de los combustibles, las cuales seguirán en 2017.

Mencionó que el incremento de 50 puntos base a la tasas de interés y los bajos niveles históricos de la confianza empresarial y de los consumidores pueden tener un efecto negativo en las decisiones de inversión y consumo.

El organismo advirtió: Es evidente que México resentirá una disminución de los flujos de capital provenientes de empresas estadunidenses ante las amenazas de Donald Trump y a ello se suma que el país es de los peor calificados en materia de corrupción a escala mundial, lo que influye en los inversionistas.

El incremento de los precios de combustibles a principios de año propició que la inflación anual se elevara hasta 4.72 por ciento en enero, porcentaje que, además de salir del rango establecido por el Banco de México, fue el más alto desde septiembre de 2012. El panorama deja entrever que los combustibles seguirán aumentando de precio, a consecuencia de un alza de los precios del petróleo y la volatilidad del tipo de cambio, de tal manera que ello ha llevado a ajustar los pronósticos de inflación para todo 2017 a niveles de 5.25 por ciento, según especialistas del sector privado, indicó en su análisis económico semanal.

La ganancia real

Con dicho nivel de inflación, sostuvo, la ganancia real del salario mínimo, que de manera histórica se incrementó 9.6 por ciento o 7 pesos para llegar a 80.04 pesos por día, quedó a menos de la mitad del aumento inicial. Es evidente, señaló, que con los índices inflacionarios esperados el alza de 3.9 por ciento autorizada para los salarios profesionales significará una pérdida del poder adquisitivo al finalizar este año.

El Ceesp consideró que mientras la atención se concentra en cómo el gobierno federal, apoyado por el sector privado, plantea diversas propuestas para hacer frente a las políticas del nuevo gobierno de Estados Unidos, simultáneamente un factor interno, como la corrupción, parece consolidarse como uno de los principales factores que pueden inhibir el ritmo de crecimiento económico, sobre todo en la atracción de inversión extranjera.

Aseveró que trabajar para eliminar lo más rápido posible los enormes índices de corrupción, impunidad e inseguridad, que siempre van de la mano, no implica distraerse de la tarea de cómo hacer frente a la política fiscal y comercial de Trump.

Fustigó que las reformas en contra de la corrupción y la implementación del Sistema Nacional Anticorrupción no fueron suficientemente efectivas para contrarrestar el efecto de los escandalosos e indignantes casos de funcionarios públicos, pero sobre todo de la tibieza con que se ha investigado.

México, subrayó, ocupó el lugar número 123 entre 176 países en el índice de percepción de la corrupción 2016, realizado por Transparencia Internacional, es decir, perdió 28 lugares respecto de la evaluación de 2015 y obtuvo una calificación de sólo 30 puntos en una escala de 100, 5 puntos menos que un año antes.