Lo electrizante de 2016 (electrónica I)
n días de premiaciones
anuales, la Ruta Sonora sigue haciendo un recuento de 2016, esta vez en torno a la música electrónica, usualmente dividida en dos vertientes: la contemplativa/experimental, creativa y siempre sorprendente, cuya tendencia fuerte esta temporada se dio sobre emplear sonidos y beats menos metálicos y más acústicos, orgánicos
, lo que le resta frialdad, sin abandonar su cariz de vanguardia. Su otra faceta, un tanto a la baja, pero aún divertida, está llena de beats, a veces intrincados, a veces ligeros y alegres. Cualquiera de ambas formas suele servir de inspiración para los sonidos que a veces emplea cierto pop tiempo después; mucho otro, se queda en el subterráneo. Hoy, la primera parte con lo mejor de este universo, a escala internacional, a decir de este espacio.
1. Kemper Norton. Toll. (Inglaterra). Con su singular estilo híbrido al que llama folk electrónico (instrumentos análogos y acústicos con procesos digitales), este veterano hace un hermoso trabajo sideral que se acerca al ambient sin serlo del todo, mientras recita/canta de forma melódica y sutil, sobre la nostalgia y los mitos de su patria. Confidente, luminoso.
2. Ian William Craig. Centres (Canadá). El ambient es raramente acompañado por voces, pero él aquí canta suave, pastoral, acerca de la pérdida y el alma rota, sobre capas de drone fantasmal y armónico. Domestica timbres del noise para, con sintes análogos y cintas deslavadas, hacer un disco sublime, la mar de inventivo.
3. Brian Eno. The Ship (Inglaterra). Leyenda viva del género, este prolífico artista reflexiona sobre la trascendencia postmortem, en cuatro largos tracks, en torno al Titanic (el trabajo comenzó siendo audio para una instalación), en los que además de su brillante ambient panorámico usual, canta contenido, grave, cual en rezo digital marino, entre sonares, voces radiofónicas, sirenas digitales. En el último, hace un maravilloso cover a I’m Set Free, de Velvet Underground, en su etéreo estilo.
4. Matmos. Ultimate Care II (Estados Unidos). Prolíficos jefes de la fantasía digital de finales de los años 90, se avientan un sabroso chapuzón sonoro, basados sobre todo en constantes sampleos de una lavadora en acción, procesada de infinitas formas sobre ritmos mínimos, lúdicos, acúaticos. Fascinante. Imaginación a tope.
5. Yves Tumor. Serpent Music (Estados Unidos). Establecido en Italia, este artista viajero (grabó el disco en su país y Alemania), hace un trabajo mitad lo-fi-noise, mitad hipnótica y suave sicodelia. Intrigante, lleno de pasajes y voces espectrales, así como sonidos tribales de selva. Original, muy bello.
6. Kaitlyn Aurelia Smith. Ears. Avezada en el sintetizador Buchla, teje agraciados temas cuya rítmica no es dada por percusiones sino por arpegios múltiples de teclados, pianos, grabaciones de campo, instrumentos de aliento. Su voz delicada flota ocasional con melodías suaves, paisajistas, cual su natal isla Orcas. Chulada.
7. Autechre. Elseq 1 (Alemania). Cuatro largas piezas de pesadillas placenteras y matemáticas, las que presenta en doceavo disco este experimentado dúo maestro del glitch digital, que desde los años 90 ha ido transformando sus futuristas retruécanos rítmicos, texturas ruidosas y beats metálicos, sin perder genialidad.
8. Sam Shackleton & Ernesto Tomasini. Devotional Songs (Inglaterra/ Italia). En cuatro amplios tracks, este productor desarrolla una estética placentera, de electrónica mínima y expansiva, lenta, bajo campanas, xilófonos, teclados disonantes, órganos lisérgicos, mientras el segundo canta teatral y enigmático. Delicia.
9. Sote. Hardcore Sounds From Tehran (Irán). Desazón frenética pero excitante de ruidos análogos, que dentro de su propio caos noise-drone-tech, encuentra una rítmica juguetona, sin jamás repetirse, contenida en dos suites de 20 minutos cada una, a cargo de Ata Ebtekar, nombre real de este vibrante artista sonoro.
10. Peder Mannerfelt, Controlling Body y Klara Lewis, Too (Suecia). Empate entre estos dos artistas nórdicos. Él, con un techno minimalista, lleno de detalles cósmico-análogos caprichosos y voces mecánicas femeninas cual de androide. Ella, con un ambient un tanto oscuro de percusiones sutiles y onírica ilusión. Un par harto boreal (conciertos).
Twitter: patipenaloza