Legisladores, funcionarios y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) alertaron que la trata de personas en el país no agravia sólo a mujeres y niños, sino a toda la población con carencias.

Durante el foro Prevención de la trata de personas, realizado en la Cámara de Diputados, América Nava, titular de la comisión para prevenir y sancionar ese delito, de la Secretaría de Gobernación, sostuvo que un tratante puede ser cualquier persona: los padres, las parejas sentimentales o quienes explotan en condiciones infrahumanas a los trabajadores en los campos de siembra.

La diputada Julieta Fernández Márquez (PRI), presidenta de la Comisión especial contra la trata de personas, definió que la sociedad es más vulnerable que nunca, porque vive en un entorno de violencia económica, cultural y física. Hay todas las condiciones para el crecimiento exponencial de ese delito, y si no hacemos algo se multiplicará cada año, alertó.

Asimismo, destacó que problemas como violencia familiar, machismo, pobreza o desigualdad de género representan las condiciones ideales para que los involucrados en la trata conviertan cada cuerpo y dignidad en un negocio altamente redituable en México y el mundo.

El traslado de seres humanos, como si movieran bolsas del supermercado en una cajuela de auto, es con fines de explotación sexual o laboral, y debe detenerse porque es un delito de lesa humanidad, dijo.

Luego de que en el periodo de sesiones anterior se retiró el dictamen de la minuta del Senado para una ley contra la trata, la legisladora prísta dijo que una norma de ese tipo debe llegar al origen del problema, incluir las situaciones que viven las víctimas, condenar a quienes no apliquen medidas preventivas y prevención.

Édgar Corzo, quinto visitador de la CNDH, expuso que mientras no haya igualdad en el país, se elimine la violencia de género y la estructural, no podrá combatirse el delito de trata. La mejor forma es invertir en las personas y proteger sus derechos humanos, antes de que se conviertan en víctimas, resaltó.