Madrid. El tenista español Rafael Nadal admitió que si cambiara su país de residencia podría tener el doble de dinero, pero sería la mitad de feliz. El dinero no compra la felicidad, dijo al preguntarle sobre el asunto. Agregó que le gustan mucho los partidos largos y emocionantes, porque son los que hacen que uno se sienta contento de haberlo jugado, en referencia a la derrota que sufrió contra Roger Federer en el Abierto de Australia. Aunque sabe que no sucederá, comentó que le gustaría ser presidente del Real Madrid.