Hay que devolverle la vocación, la pasión de lo que ha vivido desde niño con su padre, dice
Miércoles 8 de febrero de 2017, p. a11
Freddie Roach rechazó de manera pública hacerse cargo del entrenamiento de Julio César Chávez júnior rumbo a la pelea contra Saúl Canelo Álvarez en Las Vegas el 6 de mayo. Hubo cierto titubeo en el equipo del peleador sinaloense, barajaron algunos nombres, pero al final lograron convencer al mexicano Ignacio Beristáin, miembro del Salón de la Fama de Canastota, con 26 campeones en su trayectoria.
El rechazo público de Roach le generó cierta molestia a Beristáin. Entiende que estuvo provocado por cierta mala reputación sobre la indisciplina que se le ha atribuido al júnior, algunos escándalos asociados al dopaje y la ausencia durante un par de años de los cuadriláteros.
“Es verdad de a Chávez júnior le gustó un tiempo la dolce vita, pero creo que recapacitó”, dijo Beristáin. A veces puedes no estar de acuerdo, pero si no quería trabajar con Chávez sólo hubiera dicho que no. Esas declaraciones me parece que están fuera de lugar
.
Después del rechazo de Roach, en el equipo de Chávez se habló de la posibilidad de buscar a Robert García, pero surgió también la opción de Beristáin. El entrenador veracruzano consideró la oferta, asegura que lo que le produjo tranquilidad y confianza en la tarea de entrenar al júnior fue que también cuentan con el apoyo de Ángel Heredia.
Que esté él me da tranquilidad de recibir a un peleador como Chávez. Empieza a notarse su mano, porque nunca ha estado en el peso con el que se ve actualmente. El trabajo de Heredia es garantía
, dijo Beristáin.
No era una simple oferta de una pelea que ha generado demasiada expectación en México y Estados Unidos, sino un reto en el que la reputación del entrenador veracruzano estaría en juego.
Aunque admite que su prestigio estará en juego, después lo matiza, pues asegura que siempre ha estado en juego cuando asume la preparación de un boxeador, sobre todo cuando éste ya tiene cierta fama.
Mi prestigio está ahí sobre la mesa para mis detractores
, dice sin concederle mucha importancia. “Pero si la noche del 6 de mayo le levantan la mano a Chávez, entonces yo habré contribuido con mi granito de arena y será una satisfacción enorme haber cumplido con un reto de esa magnitud.
Hay que devolverle la vocación, hacerle consciente de que esta pelea es clave en su carrera. Además, recordarle que lo que cobrará por enfrentar al canelo no serán tortillas duras, es recordarle la pasión de eso que ha vivido desde niño junto a su padre.
Beristáin tiene un compromiso inmediato. El 25 de febrero irá con Rey Vargas por el campeonato vacante supergallo del CMB. Hasta que regrese empezará el trabajo con Chávez.