Madrid.

Entre gritos de viva la República Catalana y fuera la justicia española, miles de independentistas salieron este lunes a las calles de Barcelona en apoyo al ex presidente de Cataluña, Artur Mas, al dar inicio el juicio que enfrenta por haber organizado en 2014 una consulta ciudadana sobre la independencia de esta región, prohibida por el jefe de gobierno español, Mariano Rajoy.

El líder catalán reiteró ante los magistrados que el referendo del 9 de noviembre de 2014 (9-N) en el que participaron más de 3 millones de personas, fue responsabilidad total suya y que en todo momento hubo colaboración de la administración autonómica central, dado que no tomó ninguna decisión para impedir que la consulta se celebrara.

El ex jefe de gobierno se presentó ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña con el propósito de defender su versión de los hechos, con el argumento de que la administración colaboró en lo que pudo, pero ya no era la responsable de la organización del referendo, sino los 42 mil voluntarios que lo hicieron posible, en todo caso no había ánimo de cometer ningún delito, ni de desobedecer a nadie, nuestro ánimo era estar a la altura de las circunstancias y promover la participación por todos los medios posibles, añadió.

Esos hechos, a los que el gobierno catalán definió de consulta ciudadana, fueron denunciados por el gobierno del conservador Mariano Rajoy, quien acusó ante la justicia española a Mas y a la cúpula de su gobierno de los delitos de prevaricación y desobediencia.

El líder independentista declaró ante los jueces y sus abogados que la consulta no era vinculante ni tenía consecuencias legales, y yo era el responsable de todo, junto al ex presidente catalán también están procesadas la ex vicepresidente de la Generalitat Joana Ortega, y la ex consejera de Educación, Irene Rigau, quienes insistieron en señalar a los voluntarios como el alma del proceso, ya que lo hicieron todo, como abrir los colegios, organizar colas, subir los datos de participación, y todo dentro del marco legal y con respeto por la ley y la democracia.

Los impulsores del referendo han recibido el apoyo de miles de ciudadanos en Cataluña que han expresado su rechazo ante lo que califican de juicio de carácter político, que sólo pretende mutilar la libertad de expresión de la sociedad catalana y atacar, con penas de inhabilitación de cargo público y cárcel, a los líderes del proceso soberanista.

En noviembre de 2014, Artur Mas, del Partido Demócrata Europeo Catalán y entonces presidente de la Generalitat de Cataluña, impulsó un consulta ciudadana sobre la independencia a pesar de que había recibido una suspensión del Tribunal Constitucional Español que le había prohibido la celebración del referendo para el que se utilizaron urnas y dependencias públicas.