Poco entusiasmo en el Kremlin; espera que Trump le retire todas las sanciones
En cuanto a Moscú, el jefe de la Casa Blanca aclara categórico: no he suavizado nada
Viernes 3 de febrero de 2017, p. 31
Moscú.
Las medidas que adoptó este jueves el Departamento del Tesoro de Estados Unidos para suavizar las restricciones impuestas por el gobierno de Barack Obama al Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, siglas en ruso de la dependencia sucesora de la KGB soviética), por su supuesta intromisión en las elecciones estadunidenses, distan de ser la noticia que espera el Kremlin desde Washington: el levantamiento completo de las sanciones contra Rusia y la aceptación de que Crimea es parte inalienable de su territorio.
El presidente Vladimir Putin es consciente de que esa meta se podrá alcanzar sólo como resultado de un pacto que aún tendrá que negociar con el inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump.
En ese contexto se explica el escaso entusiasmo que causó en el Kremlin la autorización para que las empresas estadunidenses realicen transacciones comerciales con la agencia del contraespionaje ruso.
A partir de ahora, según el texto de la OFAC (siglas en inglés de la Oficina de Control de Bienes en el Exterior, dependencia del Departamento del Tesoro que se encarga de vigilar la aplicación de sanciones), el FSB podrá otorgar a las compañías estadunidenses licencias, permisos y certificados para vender en Rusia tecnologías de información y electrónicas.
Algunas agencias noticiosas locales se apresuraron a interpretar que esta era una señal positiva de cara a un inminente fin de las sanciones de EU contra Rusia, aunque el documento firmado este jueves por la directora en funciones de la OFAC, Andrea Gacki, mantiene la prohibición de exportar, reexportar o suministrar cualquier tipo de bienes, tecnologías o servicios a Crimea, región de Ucrania
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El vocero de la presidencia rusa, Dimitri Peskov, se limitó a decir esta noche: Para poder emitir una opinión, primero hay que ver de qué se trata
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Y agregó sólo otra frase: Sabemos por el ejemplo de los motores para cohetes que los estadunidenses nunca incluyen lo que necesitan en ninguna clase de sanción
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Peskov, tal vez, se refería a que las sanciones de EU no afectaron a los motores para cohetes de fabricación rusa RD-180, que se usan en cohetes portadores Atlas V, los cuales Moscú sigue vendiendo a Washington, a pesar de que sirven para poner en órbita satélites militares y de espionaje.
Horas después, en conferencia de prensa, Trump respondió categórico: No he suavizado nada
, en tanto el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, desmintió que Estados Unidos haya comenzado a quitar las sanciones a Rusia, al comentar: Hasta dónde sé, es una práctica habitual que el Departamento del Tesoro haga algunos ajustes concretos (a la lista de restricciones) a modo de excepción
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La inclusión del FSB entre las dependencias rusas proscritas –el 28 de diciembre anterior, como peculiar regalo de Año Nuevo por parte de Obama– estaba ocasionando pérdidas a las compañías estadunidenses al no poder vender su producción en el mercado ruso, por cuanto la legislación de este país establece que todo dispositivo que tenga funciones de criptografía necesita contar con la aprobación de la agencia del contraespionaje ruso.
En otras palabras, los consumidores rusos ya podrán adquirir en las tiendas los modelos más recientes de teléfonos celulares, tablets, computadoras y hasta ratones inalámbricos, con el visto bueno del FSB.