Ante las nuevas evidencias de que con la ingesta de maíz transgénico se podrían estar consumiendo tóxicos, como cadaverina y putrescina, así como glifosato –probable cancerígeno–, integrantes de Colectividad del Maíz advirtieron que, de levantarse la medida precautoria que impide la siembra de esa planta en el país, los daños a la salud de la población serían incalculables e irremediables.

Luego de que la semana pasada un tribunal decidió retirar su proyecto de resolución sobre un amparo a Monsanto y otras empresas en contra de dicha medida, que prohíbe la siembra de ese producto en el país, representantes de Colectividad del Maíz anunciaron la puesta en marcha de la campaña #NoMásAbusosVselMaíz.

En conferencia de prensa, Adelita San Vicente, representante de Colectividad, quien presentó una acción colectiva en contra de la siembra de maíz transgénico en 2013, informó que impulsarán la campaña para dar a conocer recientes investigaciones científicas sobre los peligros de consumir dichos productos.

La semana pasada Monsanto y otras trasnacionales presentaron un recurso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que ésta determine si se mantiene la medida cautelar que estableció un juzgado, la cual impide la siembra de maíz transgénico. Esto ocurrió en la víspera de que se presentara el proyecto del primer tribunal colegiado de amparo con sede en la Ciudad de México, cuyos magistrados optaron por retirar el documento ante la presentación de ese recurso.

Néstor López, del equipo jurídico, explicó que lo que procede en esa materia es que la SCJN defina si atrae el caso. De no ser así, seguirá su curso en el tribunal. Explicó que Monsanto pidió la intervención de la Corte con el argumento de que la falta es la no aplicación de una ley que autoriza la siembra, lo cual es falso, ya que la norma sólo define en qué casos podría llevarse a cabo el cultivo.

Antonio Turrent, de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad, explicó que México consume 33 millones de toneladas de maíz, de las cuales produce 22 millones. Se importan, aseguró, 10 millones al año, y a consumo humano se destinan entre 12 y 14 millones.