La revolución no morirá y cada cubano es, concientemente, Fidel (Castro), por lo que esta muestra de mi trabajo, aquí, en el Faro de Oriente, la primera individual en mi carrera, me llena de orgullo, expresó en entrevista este sábado Perfecto Romero, fotógrafo de la Revolución Cubana, quien llegó la madrugada de ayer.

Fue el fotógrafo de Ernesto Che Guevara, quien lo designó corresponsal de guerra. Aunque lo protegían, vivió momentos difíciles. Las balas pegaban cerca de él y su zumbido le hacía encargar sus rollos a alguien cercano. En ese entonces no sabía que estaba registrando la Historia, así, con mayúscula.

En el Faro de Oriente se pueden apreciar unas 50 fotografías,  apenas una mínima parte de su prolijo trabajo. Pero se ve que tuvo a unos metros a Camilo, al Che y a Fidel. Eran los días de la guerra, de cuando los pobres se rebelaban, hartos de los privilegios de los ricos.

Se proyectó el documental Perfecto Romero: fotógrafo de la revolución con el auditorio lleno.

Me gusta revelar mi rollito

En la plática con La Jornada, recordó al Che: En primer lugar era un hombre muy humano. Yo estuve varias veces en su casa. Jugaba con sus niños, se quitaba la camisa y se ponía a jugar en el piso. Ahora bien, le gustaba que la gente le cumpliera. Si se le decía que lo iban a entrevistar a las nueve y media de la mañana había que estar a esa hora, en ese minuto. Le gustaba que le cumplieran. Triunfó porque la gente le cumplía. Era de ideas muy claras. Le hizo falta a Fidel, con sus consejos.

Criticó el uso de la imagen del Che en productos y de la fotografía digital admira la rapidez del proceso. Pero, bueno, a mí me gusta revelar el rollito. Tengo mi cuarto oscuro. Llevo más de 60 años imprimiendo fotos.

Sabe de las críticas al gobierno cubano y las rechaza. Son falsas, dijo. “La revolución trajo beneficios indiscutibles. Todos pueden estudiar y hacer deporte. Sí, hay quienes critican a Cuba. Eso es lo que les queda… el rezago, porque no han podido con Cuba. Llevamos ya casi 60 años de revolución y no han podido. Y eso les duele”.

Vio sus fotos de la muestra. Esta exposición es lo mejor que me ha pasado. Estoy feliz y no esperaba esto. No me lo merezco, pero es para el pueblo de Cuba. La revolución sigue luchando. Es difícil lo del bloqueo, que se ve en lo de las computadoras, los equipos de estudio, con las medicinas, sobre todo para enfermedades como el cáncer. Por otro lado, Cuba está haciendo medicamentos que están comprando los estadunidenses. Faltan cosas, pero, bueno, los estudios son gratuitos y la superación es constante. La revolución nunca va a morir. Podemos tener bajas y altas, como cualquier país, pero nunca va a morir. Esa es la consigna que tiene el pueblo.

Talleristas elaboraron tres figuras o estatuas de tamaño natural de Camilo Cienfuegos, el Che y Fidel. Al final de la proyección del documental, Romero subió y saludó militarmente a esas estatuas (es mayor, se informó) y el momento fue solemne. Jesús Villaseca, responsable del taller de fotografía del Faro de Oriente, pidió a los presentes gritar los nombres de los revoluciona- rios barbudos y el grito unísono fue estremecedor. Se oyeron los vivas a Cuba. Raymundo Reynoso, director de la Agencia de Medios Alternativos y Taller Editorial, así como impulsor de la producción del documental, libro y exposición, dijo que todo parecía un sueño, por tener a Perfecto Romero en México.

La curaduría de la exposición Perfecto Romero: fotógrafo de la revolución estuvo a cargo de Paula Ramírez.

Perfecto abundó: “Haber podido estar cerca del Che es una de las cosas más grandes de mi vida; la segunda fue el triunfo de la revolución. El recibimiento que me han dado ha sido inesperado. Es otra cosa grande de la vida, porque reconocen mi trabajo. Nunca esperé que mi obra recorriera el mundo. Ha servido para que sepan de la revolución, cómo se luchó y de los hombres que pelearon por tener una patria libre, un pueblo con mejores condiciones de vida. No somos millonarios e igual que ustedes somos un país pobre. La muerte de Fidel fue para mí un hecho importante. Él luchó por el bien de la humanidad. Nos enseñó que debemos luchar por la paz. No soy orador, sino fotógrafo”.

Otra muestra similar se halla instalada en el Museo Casa de la Memoria Indómita, en el Centro Histórico.