En medio de acusaciones y reclamos, autoridades de la delegación Cuauhtémoc comenzaron ayer el reordenamiento del bazar El Oro, que se instala todos los fines de semana en el cruce de Insurgentes y Monterrey, colonia Roma.

Con notificación en mano, la cual especificaba la asignaron de los nuevos espacios, los comerciantes hicieron fila detrás de unas vallas para pasar lista y acceder a sus locales.

A quienes no contaban con el documento, las autoridades les impidieron el acceso, lo que generó la inconformidad de los afectados, quienes se arremolinaron en la entrada que da a la Fuente de la Cibeles.

Retiran a antiguos integrantes

Entre los inconformes se encontraba un adulto mayor, quien reclamó a la directora de Jurídico y Gobierno de la delegación, Zuleyma Huidobro, quien encabezó el operativo, haberlo dejado sin su fuente de empleo.

El vendedor de lámparas rústicas, quien a pesar de contar con los recibos de pago que lo acreditan como integrante del bazar, no obtuvo un lugar donde laborar. Me dijeron que con que presentara un comprobante era suficiente y lo hice, pero no me dieron la notificación, lamentó.

En esa misma situación se encontró Verónica Sil, comerciante de ropa. Tengo 16 años en el bazar, cuento con todos mis comprobantes de pago de cuotas. Llevo tres semanas yendo todos los días a la delegación Cuauhtémoc y sólo me afirman que van a llamar y nada, expresó.

Decenas de comerciantes tuvieron que hacer una larga fila para que les fueran asignados sus locales en el bazar El OroFoto Rocío González

En otros casos, la inconformidad obedece al cambio de lugares y la inclusión de comerciantes nuevos.

Se han pedido mesas de trabajo, pero nos responden que no y no. Hay como 60 personas a las que les quitaron sus puestos, a otros los cambiaron del lugar que ocupaban desde hace 30 años y metieron como a 150 comerciantes que no forman parte del bazar. Esto es un desastre, resaltó Yolanda Fonseca, una de las fundadoras del bazar.

Durante un recorrido, los comerciantes demostraron que para colocar más locales las autoridades taparon los pasillos de emergencias del bazar y se bloqueó la entrada de una escuela y de una dependencia federal.

Si entras por un pasillo no puedes salir hasta que llegas al final, si hay una emergencia ¿para dónde vamos a correr?, manifestaron.

Mientras unos comerciantes decidieron colocarse frente a sus antiguos puestos sin exhibir su mercancía a manera de protesta, otros aceptaron la asignación otorgada, con el argumento de que de lo perdido, lo que aparezca.

Las autoridades dicen que estamos divididos, pero no es así, por temor a que nos dejen sin nada muchos aceptamos lo que nos dan, apuntaron.

Hasta ayer al mediodía, el bazar operaba a medias.