Embajadores y legisladores condenaron el racismo, la xenofobia y la construcción de muros durante un acto en el Senado para recordar el 72 aniversario de las víctimas del Holocausto y la labor humanitaria del diplomático mexicano Gilberto Bosques.

Ante el surgimiento de personajes y movimientos populistas que se pensaban superados tras la caída del muro de Berlín”, es momento de defender con gran fuerza los valores del liberalismo, el respeto a los derechos humanos y al estado de derecho, consideró el embajador de Alemania en México, Viktor Elbling.

El embajador de Israel, Jonathan Peled, resaltó que el racismo, el odio, el terrorismo y la guerra siguen vigentes, no hemos hecho suficiente para entender y enseñar que el odio empieza con la intolerancia.

Sin referirse directamente al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el embajador Elbling pidió no olvidar la importancia de los derechos humanos, los derechos de cada uno. Debemos pensar lo que tenemos en común, no individualmente; ese es uno de los pensamientos populistas que estamos viendo en el mundo en este momento.

Es momento –insistió– de luchar por nuestros valores, e hizo un reconocimiento a la comunidad judía, que es muy viva, muy amplia.

Igualmente, el presidente del Comité Central de la Comunidad Judía en México, Moisés Romano Jafif, lamentó que la discriminación e incitación al odio no se ha detenido”.

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Angélica de la Peña, dijo que el racismo, la irracionalidad y la intolerancia han vuelto, con personajes como Trump, cuyos embates hacia México no pueden ser ignorados ni se deben callar.

Recordó que Alemania transitó hacia el racismo y el autoritarismo de la mano de un carismático demagogo que supo aprovechar la crisis económica y social que tenía deprimida a la sociedad alemana. Adolfo Hitler no sólo encontró en los judíos a los culpables de las desgracias de los alemanes, sino que persiguió y abolió las libertades individuales, inaugurando una época de terror en la que muchos optaron por el silencio y simplemente observaron cómo el odio se convertía en la ideología del gobierno.

Lamentó que en los albores de un nuevo siglo la irracionalidad y la intolerancia estén de regreso, pero no nos quedaremos callados, como no nos quedamos callados aquí en México frente a las agresiones contra nuestro pueblo por parte de quien hoy ocupa la Casa Blanca.