Ello ocurriría si la renegociación con el gobierno de Trump resulta desfavorable, indica
Miércoles 25 de enero de 2017, p. 3
De resultar desfavorable la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que se haga con Estados Unidos, México contempla la posibilidad de abandonar el acuerdo, señaló ayer el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Luis Videgaray.
También informó que en las reuniones del 25 y 26 de enero con funcionarios de alto nivel de la Casa Blanca se establecerán los mecanismos, el formato y los tiempos en los que se realizará la redefinición del acuerdo trilateral. De igual manera, se acordarán los términos de la visita que efectuará el presidente Enrique Peña Nieto a Washington a fines de mes para dialogar con Donald Trump.
Videgaray ofreció ayer por la mañana una conferencia de prensa en la sede de la SRE y al mediodía se dirigió al Senado para dialogar con los integrantes de la Junta de Coordinación Política. En el encuentro privado, todas las fracciones parlamentarias y el canciller acordaron trabajar de manera conjunta para defender el interés nacional.
El responsable de la política exterior agradeció el apoyo de los legisladores e incluso dijo coincidir con algunos de los planteamientos que sobre el tema ha hecho Andrés Manuel López Obrador, el principal dirigente opositor, los cuales le fueron entregados por el senador Manuel Bartlett. Entre ellos está el de ejercer con orgullo la soberanía y actuar con arrojo y determinación.
Ante medios de comunicación y legisladores, el canciller ratificó su rechazo al levantamiento de un muro en la frontera común, y dijo que si su construcción violenta algún acuerdo en materia ambiental o de cualquier otra naturaleza se ejercerán con toda energía los mecanismos de defensa que tenga el país.
El titular de la SRE celebró que las primeras reuniones de funcionarios mexicanos –entre los que están, además de él, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, y el jefe de la Oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán– con miembros del gobierno estadunidense se lleven a cabo en el tercer día hábil de la administración Trump. Es muy importante que (esos encuentros) ocurran pronto, enfatizó.
Confió en que dichas conversaciones se realizarán en un ambiente de cordialidad, pero pidió tener expectativas razonables sobre sus resultados, pues se trata del primer diálogo y servirá para establecer el procedimiento a seguir en torno al TLCAN.
Luego de manifestar que el gobierno federal marcará sus propios tiempos en dicha renegociación e incluirá todos los temas de interés nacional, Luis Videgaray resaltó que México tiene la alternativa de salir de ese acuerdo si no se llega a un acuerdo favorable, en lo que coincidió con su homólogo de Economía, Ildefonso Guajardo, quien se expresó en ese sentido al ofrecer una entrevista televisiva.
No se aceptará cualquier redefinición del tratado ni condiciones desfavorables, añadió el canciller, quien sin embargo destacó que salir del acuerdo comercial es una opción de alto costo, pues son millones de empleos mexicanos que dependen de la exportación libre a Estados Unidos.
Por tanto, expuso que no es esta la primera opción gubernamental, sino la de lograr una negociación que implique ganar-ganar. No obstante, México debe estar preparado ‘‘para el caso de que Washington o nosotros decidamos activar la salida por completo del tratado’’. En ese caso precisó que la relación estaría regida por las normas de la Organización Mundial de Comercio.
El secretario de Relaciones Exteriores manifestó que en la relación con el país vecino México ejercerá con confianza y optimismo su soberanía. En este contexto, agregó que la nación tiene más fortalezas de las que a veces la propia población reconoce. Enumeró la política migratoria mexicana y en materia de seguridad, tanto en el combate al crimen organizado como en la prevención de actos de terrorismo.
Por lo que hace a las amenazas del presidente estadunidense de efectuar deportaciones masivas de migrantes indocumentados, Videgaray Caso señaló que en los primeros días de la nueva administración no se ha observado ninguna variación en el ritmo de repatriaciones en los distintos puntos de entrada.
Una deportación masiva que viole los derechos de los connacionales sería una infracción a las leyes estadunidenses y por tanto absolutamente inaceptable, expuso.