El dirigente de la Asociación Sindical de Pilotos de Aviación (ASPA), Mario González Aguilera, advirtió que la crisis económica fácilmente se puede convertir en social si no se reorienta la política económica nacional.

Por ello, sostuvo González Aguilera, el próximo 31 de enero los trabajadores del país saldrán a las calles conjuntamente con organizaciones campesinas y sociales a demandar al gobierno el cambio de rumbo económico.

En el contexto de la celebración del Día de la Emancipación del Piloto Aviador, expresó que el exorbitante aumento a los precios de los energéticos ha colmado la paciencia de la población mexicana y detonó un justo e indignado reclamo social contra la corrupción, la impunidad y los privilegios de la clase política.

Punta del iceberg

Expuso que ASPA, junto con la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), impulsa un proyecto que permitirá reorientar la economía política, y con ello avanzar en la construcción de un nuevo rumbo.

En tanto, Rocío Vargas, investigadora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte y académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que “el gasolinazo es la punta del iceberg de una bomba llamada reforma energética”, con la que se transita a un régimen de mercado neoliberal en la industria de los hidrocarburos, con el consiguiente desplazamiento del Estado mexicano.

Agregó que la liberalización del precio de los combustibles forma parte de esta reforma, con lo que se avanza en la instauración de un régimen de mercado que pretende la competencia nacional sobre bases regionales, es decir, la pérdida de soberanía energética y de control territorial.

Al participar en el coloquio El gasolinazo en el contexto de la integración energética con América del Norte, en el Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico, la académica afirmó que la reforma es la joya de la corona que no logró Estados Unidos en la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1992, pues abre áreas que antes eran consideradas estratégicas por el Estado, como el procesamiento industrial de los hidrocarburos y el acceso a las reservas petroleras.

Por separado, González Aguilera afirmó que, junto con la UNT, apremia al gobierno a asumir un diálogo incluyente.