Washington.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, invitó al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, a visitar la Casa Blanca en febrero, en una conversación telefónica este domingo, en la cual también discutieron sobre el acuerdo nuclear con Irán, el proceso de paz con los palestinos y otros temas.

El presidente estadunidense y Netanyahu consideraron que las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos sólo pueden llevarse a cabo directamente, informó la Casa Blanca; ambos líderes acordaron seguir consultando de cerca cuestiones regionales como la amenaza que representa Irán, informó un comunicado de Washington, que pone en evidencia la línea dura de la administración de Trump hacia Teherán.

Durante la charla no hubo mención a la sugerencia del magnate de trasladar la embajada de Estados Unidos en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, lo que rompería el consenso de la comunidad internacional, que no reconoce a Jerusalén como capital de Israel. La Casa Blanca pareció descartar que se trate de una decisión inminente; estamos en las etapas iniciales de nuestras conversaciones sobre este tema, dijo el secretario de prensa Sean Spicer.

El presidente palestino Mahmoud Abbas ha advertido que en caso de que Washington trasladara su embajada a Jerusalén estaría asestando un duro golpe a las esperanzas de paz en Medio Oriente, mientras la Organización de Naciones Unidas y la Unión Europea han manifestado su preocupación sobre la propuesta.

En tanto, el ayuntamiento israelí de Jerusalén dio la aprobación definitiva para la construcción de 566 viviendas en tres barrios del este de la ciudad, de población mayoritariamente árabe. Paralelamente, el ala más dura de la derecha en el poder en Israel lanzó una campaña de presión contra Netanyahu a favor de la anexión de Maalé Adumim, importante asentamiento de la Cisjordania reocupada; la anexión haría prácticamente imposible la creación de un Estado palestino viable con continuidad geográfica.