Lo electrizante de 2016 (rock anglo, II)
n medio de la convulsión, la música sigue salvando, fulgurante. Y en 2016 nos llevó por sonidos de transición rumbo a un 2017 que seguirá por senda similar, a decir por la tendencia dominante: un pop de calidad misterioso, expansivo, y un rock melancólico, contemplativo, en el que, como se dijo en entrega pasada, las guitarras están haciendo menos riffs y muchos más paisajes texturosos sobre teclados y procesos varios, con arreglos lige- ramente progresivos y/o disonantes. Hoy, la segunda parte de los mejores discos de rock del año pasado, según este apartado, con varios empates para aprovechar espacio y conjuntar trabajos similares.
10. Swans. The Glowing Man. Desde que este combo de rock expansivo de los años 90 regresó en 2010, sus álbumes (éste, el cuarto de la saga) han sido espléndidos. Aquí, menos siniestros, los neoyorquinos nos guían por una guitarrosa galaxia luminosa, intrigante e hipnótica. Delicioso, brillante.
11. C Duncan, The Midnight Sun, y Agnes Obel, Citizen of glass. Empate entre este par creador de un finísimo pop etéreo. Él, de Escocia, usa sus estudios clásicos para generar capas mil de teclados oníricos bajo melodías cantábiles de notas largas, pastorales y mini-bailables. Ella, danesa, mezcla violines, cellos, pianos, percusiones sutiles, con una voz vaporosa que enamora y hace olvidar la gravedad.
12. Ty Segall, Emotional Mugger, y Deerhoof, The Magic. De Los Ángeles y San Francisco, dos embajadores del ruido melódico bien aterrizado. El primero abreva del stoner sicodélico y el garage-punk para crear su sucio, enloquecido y enfermo sonido personal, en décimo plato. Los segundos no decepcionan en catorceava entrega, llena de su colorida genialidad pop-gresiva y jazzy-punky.
13. Cate Le Bon, Crab Day, y Savages, Adore Life. Muy original el trabajo de la primera, inglesa, que en cuarto disco forja una elegante delicia de art-pop oscuro de guitarras ligeras y voz grave, que va de la chanson al mod, al kraut y al prog ligero y acústico, entre xilófonos y trombones. Le empata el cuarteto femenino londinense que en segundo álbum sigue con espíritu punk, pero más post-rocker, sombrío e intenso, celebrando la vida.
14. The Lemon Twigs, Do Hollywood, y Let’s eat grandma, I Gemini. Dos de los debuts más felices del año. Los primeros, de Long Island, con un rock retro sesentero en apariencia sencillo y soleado, que a cada minuto se pone más sicodélico, barroco y viajado. Las otras son un dueto de inglesas creadoras de un suave mundo propio de fantasía, entre teclados análogos, pianos, acordeones, percusiones tribales y voces élficas, un tanto cercanas a Coco Rosie.
15. Car Seat Headrest, Teens of Denial, y Omni, Deluxe. También debutantes ambos, el primero es un carismático chamaco de Virginia que solito arroja puercas guitarras garage-punk sobre sintes y gritos lo-fi, muy cercano a lo que hacía Beck en sus inicios, hasta en el timbre vocal. Los segundos, de Atlanta, se dejan influir por Devo y Television, para hacer un punk-new wave actualizado, inteligente, divertido y macerado.
16. Bob Dylan, Fallen Angels, y The Rolling Stones, Blue & Lonesome. Veteranos que no pierden vigencia. El Nobel de Literatura 2016 emitió un álbum a modo de continuación del Shadows in the Night (2015), en romántica y antigua visión de su país, homenajeando a Frank Sinatra con el corazón más enamorado que roto, más bluesy que jazzy. También nostálgicos, los ingleses de marras hacen un rico y pastoso álbum de cóvers a clásicos del blues de Chicago, con su indeleble sello de calidad.
17. Suede. Night Thoughts. Héroes del britpop de los años 90, ofrecen quizá su mejor trabajo de todos los dosmiles (y quizá el último, según han advertido). Conservan su esencia glamorosa, mas suben en profundidad y sensibilidad, más reflexivos, cálidos y celebratorios.
18. Exploded View (homónimo) y Cat’s Eyes, Treasure House. La alemana Anika y el sueco Martin Thulin, más los mexicanos Hugo Quezada y Héctor Melgarejo, elaboran una exquisita pesadilla kraut-post-punk-industrial lo-fi y apocalíptica, de alcance universal. Por su parte, el inglés Faris Badwan (The Horrors) y la soprano Rachel Zeffira hacen una chulada de chanson-pop actualizada, de gran ensueño y ambición.
Otros destacados: DIIV, Is the is are. Sunflower Bean, Human ceremony. King Gizzard & the Lizard Wizard, Nonagon Infinity. Future of the left, The peace & truce of future of the left. Pretenders, Alone. William Tyler, Modern country. Hope Sandoval & the Warm Inventions, Until the hunter. Laura Mvula, The dreaming room. Thomas Cohen, Bloom forever. 75 Dollar Bill, Wood/Metal/Plastic/Pattern/Rhythm/Rock. Preocuppations (homónimo). Steve Mason, Meet the Humans. Angel Olsen, My Woman. Mitski, Puberty 2. Parquet Courts, Human performance. Steve Gunn, Eyes on the lines. Case/Lang/Veirs (homónimo). Yak, Alas salvation. Melt yourself down, Last evenings on Earth. Big Thief, Masterpiece. Heron Oblivion (homónimo). Russian Circles, Guidance. Grumbling Fur, Furfour. Knifeworld, Bottled out of Eden. Jackie Lynn (homónimo). Wild Beasts, Boy king. White Denim, Stiff. Hinds, Leave me alone.
Twitter: patipenaloza