Pumas, a recobrar la esencia de equipo grande
Gullit Peña: futbol o fiesta
a gran definición ayer de Nicolás Castillo trajo a la memoria al goleador más implacable del futbol mexicano: Evanivaldo Castro, Cabinho.
Los aficionados de la vieja guardia aún recuerdan aquellos bombazos –incluso con la cabeza– que eran el sello característico del gran Cabo brasileño, que hizo historia con los Pumas y al que podría considerarse el mejor jugador extranjero que ha llegado al país.
Por supuesto que no hay punto de comparación entre ambos; la mención sólo es por la gran definición que realizó el seleccionado chileno y el grato recuerdo de tantas anotaciones que Cabinho firmó con la playera auriazul, que en aquellos tiempos eran con un Puma y números gigantes... sin publicidad.
La nueva administración de los auriazules desea que su club sea otra vez base del Tricolor y el compromiso con Francisco Palencia es dar oportunidad a una cantera que se había agotado, algunos dicen que por malos manejos y favoritismo en las fuerzas básicas.
Ayer ante Cruz Azul, el equipo que más se les indigesta, el Gatillero de los pantalones entallados utilizó a ocho elementos surgidos de sus inferiores. En el Guadalajara presumen de ser las mexicanísimas Chivas
, pero en la UNAM les responden que son los que están dando más oportunidad a sus canteranos.
Esa es la esencia de los Pumas, eso es lo que se debe exigir al equipo que representa a nuestra máxima casa de estudios.
En aquellos Pumas de Cabinho también se recuerda a foráneos formidables como Muñante, Cándido y Spencer Coelho. Asimismo, la base de mexicanos era de primer nivel: Hugo Sánchez, Leonardo Cuéllar, el Gonini Vázquez Ayala, Héctor Sanabria.
En estos tiempos en que hay registrados en la liga llamada nacional más de 200 futbolistas no nacidos en México, en que impera la regla 10-8 para favorecer los negocios de los dirigentes y promotores, es fundamental que estos Pumas retomen las dos características que los hicieron grandes: contratar sólo extranjeros de calidad y ser otra vez la base de la selección.
Lo mismo podría decirse de Cruz Azul, que sobrevive gracias al recuerdo de la sensacional Máquina de los años 70 del siglo pasado. Después de una buena presentación en su estadio Azul, el equipo celeste fue víctima de un árbitro rigorista y de su falta de puntería en Ciudad Universitaria, donde se podría decir que no ganaron los Pumas, sino que perdieron los Cementeros.
Más allá del resultado, estos celestes de Paco Jémez muestran algo que les había faltado en torneos previos: garra, además de un juego ofensivo que empieza a notarse, a pesar del poco tiempo de trabajo que ha tenido el técnico español.
Esta semana Carlos Peña reflejó las dos características que lo definen: fuera de la cancha, lo detuvieron por conducir en estado de ebriedad; dentro de ella, anotó el gol con el que León obtuvo su primer triunfo de la campaña.
El Gullit Peña ha empezado el camino en el que muchos otros se perdieron: el gusto por la fiesta le gana al talento en los botines, aunque lo hayan complacido al regresar a jugar a su añorada ciudad leonesa.
El América se presentó en el torneo con una derrota. Toluca estrenó su remodelada Bombonera con una importante victoria en el año de su centenario.
Y mientras Rubens Sambueza se ve extraño con su playera escarlata, Osvaldo Martínez jugó ayer en Torreón. A pesar de los títulos obtenidos y de ser el único especialista en cobrar penaltis que tenían los de Coapa, el paraguayo fue sacado por la puerta trasera, como acostumbra el América con los que algo aportan a su causa.
Por su parte, los árbitros se volvieron a vestir de negro. El gremio es un nido de grillos
, definió el ex silbante Eduardo Brizio. Los hombres del silbato habían puesto de director a Edgardo Codesal, quien acusó que le dieron la espalda cuando quiso quitar privilegios a los que más ganan.
Encabezados por Roberto García, Paul Delgadillo, José Luis Camargo y Francisco Chacón, los árbitros forman un poder que debería ser controlado. Chacón, originario de Acámbaro, Guanajuato, tiene tiempo de sobra para andar en la grilla, ahora que está lesionado luego de ejercitarse en el gimnasio.