on el amargo desenlace de Pensionissste a cuestas (diciembre, 2015) y después de que el, entonces, secretario Videgaray y Carlos Ramírez, presidente de la Consar, perdieran ostensiblemente ante la plaza pública el debate para recortar las pensiones escudándose en las recomendaciones de la OCDE (octubre, 2015), el secretario José Antonio Meade y Consar recurrieron, ahora, al auxilio del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Para ambientar la arena, poco antes, el regulador Carlos Ramírez había declarado que se van a seguir destinando los recursos de parte de la Federación para el pago de pensiones. La pregunta es si eso es justo, equitativo, si contribuye a la equidad del país y si realmente es sostenible que se estén sacrificando recursos para otros propósitos y destinándolos a este rubro. Más recursos se van a tener que destinar al pago de pensiones de beneficio definido y se seguirán consumiendo recursos valiosos que se podrían destinar a otros propósitos: salud, educación, infraestructura y pobreza
.
Y que su costo en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2017 ya equivalía a tres veces el presupuesto destinado a la SEP
. En su opinión: la dimensión del reto es gigante y no estamos preparándonos lo suficiente
. Emulándolo con cierta torpeza, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias se había pronunciado también –en dos ocasiones sucesivas– a operar
de inmediato las recomendaciones de la OCDE.
Fue entonces que, pasando por alto el lamentable desenlace pensionario chileno-uruguayo reciente y buscando evitar emprender la impostergable evaluación y necesario ajuste de la controversial dinámica de los casi 20 años transcurridos en un Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) que acumula la fortuna de 2.7 miles de millones de pesos (15 por ciento del PIB), pero apenas paga miserables pensiones de 25 por ciento del último salario devengado, José Antonio Meade ofreció revisar y tomar con mucha seriedad
las recomendaciones que le puso sobre la mesa el FMI en noviembre 2016.
En ellas se sugiere: 1) Que el sistema de beneficio definido pudiera ser cerrado para futuras acumulaciones de derechos, con vistas a ahorrar recursos públicos y reducir gradualmente la inequidad entre las tasas de remplazo de los dos sistemas (contribución definida). Tal y como recomendara la OCDE en octubre, 2015. 2) Elevar las contribuciones para impulsar las tasas de reemplazo del sistema de contribución definida. 3) Las autoridades de México consideraron como una opción fortalecer la integración entre las contribuciones obligatorias al Infonavit y el sistema de pensiones. 4) Incremento del ahorro voluntario y afiliación automática de nuevos cotizantes en planes dotados de alta contribución, como propone la Consar (Fondo Monetario Internacional, Reporte 16/359, México, noviembre de 2016).
Como Videgaray que, al recibir las recomendaciones del estudio de la OCDE –que había encargado el regulador Carlos Ramírez desde Consar–, invocó el siguiente fantástico diálogo
sólo identificado por él: estamos en un diálogo con distintos actores de la sociedad para definir propuestas de cómo fortalecer el sistema de pensiones, incluyendo la posibilidad, en un futuro no lejano, de incrementar las aportaciones
, ahora Meade ofreció revisar y tomar con mucha seriedad
unas recomendaciones del FMI que le vienen al dedo para intentar golpear todas las pensiones de quienes pasarán a retiro pretextando presiones presupuestarias
. Ese el secretario del priísta Peña (antes también lo fue del panista Calderón): un consumado defensor del sistema Afore, sus cuentas individuales y de la controversial dinámica de los casi 20 años cumplidos del SAR.
Y ya con las nuevas recomendaciones del FMI en la bolsa, el regulador Carlos Ramírez se atrevió a sostener que en el sistema de cuentas individuales subestimaron que aumentaría radicalmente la esperanza de vida de la población
: ¿cómo? Y agregó: en 1997 era difícil imaginar los avances de la medicina y la tecnología
. ¿Perdón? Y que esa fue una de las principales fallas
, pues el nivel de aportación es insuficiente para generar pensiones que financien todos los años que a los mexicanos les resta por definir. Era imposible anticipar la revolución de la tecnología, pero sí se pueden hacer cambios. Hay que ahorrar más
. Como la esperanza de vida seguirá creciendo es necesario aumentar la edad de jubilación y subir la aportación a la cuenta individual
.
Claro, porque, como regulador, Ramírez estima que con una aportación tan baja (6.5 por ciento del salario base de cotización) se condena a recibir una pensión menor a la deseada. Los temas de la baja aportación, el de la cobertura, la baja densidad de cotización son exógenos al asunto del ahorro para el retiro y los que corresponden al sistema mismo son los rendimientos y las comisiones
. ¿Exógenos? Pero, ¿y dónde queda la evaluación de los casi 20 años del SAR?
Sin embargo, y como si no fuera suficiente, Ramírez estima que la reforma la deberá diseñar el Congreso
y reconoció que a las Afore les ha faltado
ser proactivas en acercarse a sus clientes para proveerlos
de que su pensión será muy pequeña. No han alertado sobre las debilidades del sistema
.
El debate en curso volverá a mostrar las limitaciones estructurales de este punto de vista gubernamental, así como de las recomendaciones recurrentes que recoge de organismos internacionales (OCDE-FMI), incapaz de asumir –de una vez por todas– la urgencia de evaluar, para ajustar, el SAR garantizando seguridad social integral a esta y a las próximas generaciones de jóvenes.
* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco