Francfort. Inversionistas de Volkswagen (VW) exigieron reformas y cuestionaron el pago de bonos a ejecutivos, después de que la automotriz admitió haber incurrido en delitos al manipular pruebas de emisiones en vehículos diésel en Estados Unidos, y de que fiscales de ese país acusaron a seis actuales y ex gerentes por el escándalo. El miércoles, la firma alemana acordó pagar 4 mil 300 millones de dólares en multas civiles y criminales, en un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, la penalidad más alta impuesta jamás sobre una automotriz. Volkswagen admitió que unos 40 empleados de sus marcas Volkswagen y Audi borraron miles de documentos en un esfuerzo por ocultar a las autoridades estadunidenses el uso sistemático de dispositivos para manipular pruebas de emisiones en motores diésel. Esa escala de irregularidades llevó a algunos inversionistas a pedir que se apliquen profundas reformas. La automotriz aún enfrenta demandas de unos 20 estados de Estados Unidos y de inversionistas en el país.