La comunidad unversitaria, blanco de la delincuencia organizada
Martes 10 de enero de 2017, p. 24
Chilpancingo, Gro.
Jeany Rosado Peña, catedrática de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG); su esposo, Nicéforo Cabrera Rojas, y su hijo de 13 años fueron asesinados a balazos ayer. Ella fue encontrada muerta en el puente del río Papagayo, en Acapulco, y su familia en Chilpancingo, informó el vocero del grupo de coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia.
Rosado Peña fue secuestrada en su domicilio, en la colonia Recursos Hidráulicos, en Chilpancingo, justo detrás del palacio de Gobierno, casi a la una de la madrugada de ayer, y se presume que en ese momento los criminales asesinaron a su esposo e hijo, refirieron fuentes oficiales.
Se informó que cuando la policía fue al domicilio de la víctima para dar aviso, encontraron a su esposo y a su hijo muertos a balazos.
Jeany Rosado Peña era responsable de la comisión de becas en el Sindicato de Trabajadores Académicos de la UAG y laboraba en la Escuela de Enfermería número 5 del municipio de Coyuca de Catalán, en la región de la Tierra Caliente de Guerrero.
Su esposo, Nicéforo Cabrera Rojas, era médico en la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social de Pungarabato (Ciudad Altamirano), y su hijo, Isaac Daniel, era jugador de futbol en la escuela de Chivas Real Chilpancingo.
El rector de la UAG, Javier Saldaña Almazán, repudió en un comunicado el asesinato de Rosado Peña y su familia, de quien dijo: Siempre tuvo una conducta intachable. Solicito a las autoridades de los tres órdenes de gobierno una investigación exhaustiva y el castigo conforme a la ley para los autores de este condenable crimen que consterna a la comunidad universitaria
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El Grupo Universidad por Guerrero, que aglutina a la mayoría de las organizaciones de la UAG, informó por la tarde que en meses recientes universitarios del estado han sido víctimas de la delincuencia y demandó que se castigue a los asesinos de Jeany Rosado Peña, su esposo e hijo.
A los responsables de la violencia les pidieron respetar a la comunidad universitaria, debido a que nuestra labor educativa es en beneficio de todos, sin distingo alguno
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En años recientes, académicos y estudiantes han sido víctimas de secuestros, desapariciones y asesinatos presuntamente perpetrados por la delincuencia organizada.
Los casos más recientes fueron los de Francisco Javier Ramírez y César Urrutia (este último aún desaparecido), trabajadores de la Unidad Académica de Sicología de la UAG, con sede en Acapulco.
En noviembre del año pasado, Ángel Mendoza Ocampo, estudiante de tercer año de la unidad académica de Medicina, originario de Ayutla de los Libres, fue asesinado. En diciembre pasado, Juan Carbajal Merino, subdirector de la preparatoria número 5 de la UAG, ubicada en Ometepec, en la Costa Chica de Guerrero, fue ultimado a balazos.
En 2015, en el poblado de Xolapa, municipio de Acapulco, cuatro trabajadores universitarios desaparecieron. Tres eran médicos y fueron localizados muertos el pasado 23 de junio en una carretera de Chilpancingo.