La inseguridad que se vive en los campus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha sido un tema que ha ocupado la atención de la actual y la anterior administración de la rectoría. De hecho, al iniciar su gestión hace poco más de un año, el rector Enrique Graue Wiechers solicitó aplicar una encuesta para conocer la percepción de la comunidad universitaria sobre este problema.

Ya se tienen algunos resultados preliminares del estudio, por lo que las autoridades de la institución están a la espera de las conclusiones finales para presentarlas.

En tanto, se han tomado medidas como el incremento de cámaras de vigilancia, mayor capacitación para el personal de Auxilio UNAM y se compraron nuevos vehículos para esas labores. Asimismo, se han identificado zonas de riesgo, donde se han dado asaltos y venta de drogas: el bajo túnel de Insurgentes Sur, que va de la Torre de Rectoría al estadio Olímpico; los bigotes, cerca de la estación del Metro Universidad; el paseo de las ciencias, cerca de la Facultad de Ciencias; los pitufos, como se conoce a los circuitos entre la zona cultural y los institutos de humanidades; las islas; el área deportiva, particularmente los frontones; los alrededores del Jardín Botánico, y algunos ingresos a Ciudad Universitaria.

Se tiene conocimiento de que en las inmediaciones y trayectos hacia las cinco Facultades de Estudios Superiores, los nueve planteles de la Escuela Nacional Preparatoria y los cinco del Colegio de Ciencias y Humanidades los riesgos también son altos.

Desde hace varios años la rectoría de la UNAM trabaja de manera coordinada con autoridades de Ciudad de México y otros estados donde se encuentran instalaciones universitarias, a fin de combatir la inseguridad en torno a esos campus. Sin embargo, los esfuerzos siguen siendo insuficientes.

En la reciente sesión ordinaria del Consejo Universitario, el 15 de diciembre, algunos consejeros pidieron a las autoridades de la casa de estudios mayor información sobre las acciones que se realizan contra la inseguridad y externaron su preocupación por este problema. Persisten delitos y venta de drogas, expusieron.

Datos recientes indican que el número de delitos en Ciudad Universitaria va a la baja. De 2007 a 2015 se registraron em promedio 944 ilícitos al año dentro del campus, de los cuales 370 (39.1 por ciento) fueron denunciados.

La Comisión Especial de Seguridad del Consejo Universitario detalla que en esos ocho años hubo una reducción en los delitos cometidos de 5.82 por ciento anual. En ese periodo se presentaron ante las procuradurías General de la República y capitalina 2 mil 955 denuncias penales por diferentes ilícitos.

En la última sesión del año del Consejo Universitario, el rector Graue Wiechers sostuvo que los delitos han venido a la baja, que con autoridades capitalinas, se ha logrado la detención de 13 narcomenudistas, aunque debido a al nuevo sistema penal acusatorio, fueron liberados. Indicó que se seguirán realizando acciones para combatir este problema y pidió a la comunidad denunciar cualquier ilícito que sufran o presencien.