La propuesta del Partido Encuentro Social (PES) para sancionar la discriminación religiosa es oportunismo político, pues busca el voto de más de 30 millones de evangélicos que radican en el país. Ayer, pastores de diferentes credos expresaron que es innecesaria la reforma, porque la Constitución ya establece la libertad de culto.

Para Arturo Farela, presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas, dicha iniciativa pretende seducir a ministros de culto y feligreses para que hagan proselitismo político en su favor.

Henry Padilla, prelado del Ministerio Abiel de Gracia Diversa, manifestó que la propuesta no beneficiaría a todas las creencias religiosas, por ejemplo a las que aceptan a la población gay.

El PES presentó en la Cámara de Diputados una iniciativa para modificar el Código Penal Federal y castigar la discriminación religiosa. Asimismo, pretende que se reconozca que la Iglesia católica ha perdido influencia en el país. Dirigentes de ese partido son prelados evangélicos, así como gran parte de sus militantes y simpatizantes.

Más de 9 mil asociaciones religiosas cristianas, evangélicas, católicas y de otros credos estamos en igualdad de condiciones ante la Constitución, indicó. A su parecer, el Estado mexicano no discrimina a las iglesias.

En cambio, hay actos de intolerancia en comunidades indígenas propiciados por sus usos y costumbres. Pero cuando se dan, la Secretaría de Gobernación y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos actúan de manera inmediata, subrayó.

El religioso aseveró que más de 50 por ciento de ministros de culto y de templos pertenece a iglesias cristianas evangélicas. Somos mayoría, el derrumbe de la Iglesia católica es inevitable. En 20 años, continuó, México será un país evangélico, de ahí el interés del PES por esa población.

Lo que se necesita, añadió, es una modificación para que las asociaciones religiosas puedan tener concesiones o permisos para tener medios de comunicación. Además, para que cuenten con libre tránsito, pues en este momento la comunidad lésbico gay tiene más derechos sobre ese tema, reprochó.

Sin embargo, Henry Padilla denunció discriminación de religiones evangélicas contra las que están en favor de la diversidad sexual. Noventa y nueve por ciento de éstas son homofóbicas, así que la iniciativa del PES no contempla todas las exclusiones por razones de fe. A nosotros nos deja fuera, enfatizó.