Miércoles 28 de diciembre de 2016, p. 9
La escasez de gasolina y las compras de pánico por la falta de combustible se extendieron a Chihuahua, Coahuila y Durango, en el norte del país, que se suman a los de San Luis Potosí, Zacatecas, Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Hidalgo y estado de México, afectados con esta problemática.
En Saltillo, capital de Coahuila, al menos 30 estaciones de servicio permanecen cerradas, debido a la falta de combustible y en otras el abastecimiento de los vehículos se limita a la gasolina Magna. Estamos con las manos atadas, a expensas de Petróleos Mexicanos (Pemex)
, alertó el empresario gasolinero Miguel Dainitin Ferreira.
La falta de gasolinas en Saltillo, Torreón y Monclova empezó a principios de diciembre; antes del fin de semana de Navidad las estaciones de servicio se reabastecieron, pero esta semana volvió a escasear. Sobre el incremento del combustible a partir de enero, Dainitin Ferreira comentó: No se sabe lo que pasará con la reacción de los consumidores, pues es un aumento que no se había presentado en esta magnitud
.
En Chihuahua, los llamados de las autoridades y la asociación de gasolineros de la entidad no han podido frenar las compras de pánico, por la escasez de gasolina en otros estados y desde la noche del lunes los ciudadanos forman largas filas en las estaciones de servicio para llenar los tanques de sus vehículos.
El presidente de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), Ernesto Laphone, aseguró que hay suficiente combustible en todo el estado para garantizar el abasto a los consumidores, y sólo un incremento atípico de la demanda podría ocasionar que se agotara, como empezó a suceder en algunas gasolineras, situadas sobre las avenidas más transitadas de la capital del estado.
En Durango, algunas estaciones de servicio ya no despachan porque no tienen combustible y en donde todavía hay filas de vehículos que iniciaron la mañana del martes, con el paso de las horas se hicieron más largas.
Carlos Segovia, empresario gasolinero, no descarta que se trate de una política maquiavélica
de Pemex de generar un desabasto para crear una necesidad y en enero la gente la compre al precio que sea sin protestar por el aumento de hasta 20 por ciento. Pidió a la Procuraduría Federal del Consumidor que se ponga a trabajar y que haga un llamado a Pemex para que no acapare el combustible.